“Vemos a Trump como a un rey Ciro”

Entre otras cosas, Mario Bramnick es pastor senior en la iglesia New Wine Ministries, en Cooper City (Florida) y presidente de la Coalición de Líderes Hispanos por Israel (HILC, por sus siglas en inglés). Pero en esta entrevista habla en calidad de miembro del comité de consejeros evangélicos de la Casa Blanca y, por tanto, del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Bramnick, férreo defensor de Trump, a quién describe “como un rey Ciro”, asegura que quizás se trate “del presidente que beneficie más a la comunidad cristiana de los Estados Unidos”.

La parálisis de una resolución efectiva en la situación de los dreamers (los menores a los que no se les han regularizado sus papeles y que están amenazados por la deportación una vez alcancen la mayoría de edad), el muro con México, la negación del cambio climático, la inestabilidad en Oriente Próximo a causa de las últimas decisiones o el caso del Russiagate (una investigación sobre si Trump recibió fondos rusos para financiar su campaña electoral) empañan la política de gestos que el presidente de los Estados Unidos ha mantenido en el terreno de lo religioso, como el traslado de la embajada en Israel a Jerusalén o, entre otros, la exigencia al presidente de Nigeria para que cesen las violencias contra los cristianos en el país africano.

A todo ello se le suman diversas controversias en el ámbito personal, como el hecho de haber mantenido una relación con la ex-actriz pornográfica Stormey Daniels, según la propia actriz, o las acusaciones de acoso sexual por parte de quince mujeres contra él durante la década de 1980.

Pregunta: Eres uno de los pastores que se reúnen con el presidente de los Estados Unidos periódicamente.

Respuesta: Soy parte del equipo White House with a mission too. Es una iniciativa de fe de la Casa Blanca formada por entre 30 y 40 líderes cristianos de los Estados Unidos. Este proyecto funcionaba también durante la presidencia de George Bush pero el presidente Obama lo sacó de la Casa Blanca para ponerlo en otro departamento y no le dedicó mucha atención. Donald Trump lo ha reestablecido de nuevo en su residencia.

P: ¿Qué hacéis cuando os reunís?

R: Nos reunimos, más o menos, una vez al mes o cada dos meses. Son diferentes tipos de reuniones. Unas veces con el vicepresidente, otras con otros miembros del equipo de fe y otras con Donald Tump. Durante los encuentros hablamos de diferentes temas. El presidente estima mucho al equipo de fe y a la comunidad cristiana. Muchos evangélicos oramos y ayunamos durante las elecciones de noviembre de 2016 ante el temor de una victoria de Hillary Clinton y la continuidad del programa de Obama. La mano de Dios está sobre el presidente Trump y puede ser el presidente que beneficie más a la comunidad cristiana en Estados Unidos. Tenemos acceso a él. Él escucha nuestros consejos y los honra. Él ha escogido candidatos para la Corte Suprema, y otros jueces a nivel federal, muy firmes en términos de apoyo a la vida, a la familia y a la libertad religiosa. El año pasado cambió la ley con una orden ejecutiva para darnos más libertad de predicar la palabra claramente sin la preocupación de que el gobierno nos vaya a silenciar si tocamos temas polémicos. Además es el único presidente que ha accedido a trasladar la embajada de Estados Unidos a Israel. Esto era un tema importante para nosotros como cristianos.

P: ¿No crees que sus decisiones sobre Israel han contribuido a generar más violencias en la zona de Oriente Próximo?

R: En primer lugar, Jerusalén es y era, tal como registra la Biblia, la capital de Israel. En segundo, cada nación tiene el derecho de determinar cuál su capital excepto Israel, que es la única a quien el mundo he negado este derecho. Dios dio la tierra de Israel a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob por la eternidad. Ningún presidente ni ninguna nación tiene derecho a revocar esto.

Por otro lado, la Autoridad Palestina era originalmente una organización terrorista y todavía tiene facciones terroristas utilizando a los niños como bombas suicidas y garantizándoles beneficio a quienes den su vida contra Israel. Quieren todo Israel, no solamente un parte. Nunca van a estar satisfechos porque si se llega a un acuerdo ahora será temporal. Hace años que el Congreso de los Estados Unidos determinó por ley que Jerusalén es la capital. El presidente ha hecho lo que el pueblo quería y lo que indicaba la ley para trasladar la embajada a Jerusalén.

P: ¿Pero por qué ahora?

R: Imagino que tenía otros temas sobre la mesa. Cuatro presidentes ya lo habían prometido y ninguno lo hizo, y este lo ha hecho después de su primer año. El presidente Obama no hizo la reforma migratoria hasta pasados dos años de su último mandato (concretamente en noviembre de 2014, justo dos años después de ser reelecto). No creo que que haya que juzgar por qué la ha hecho ahora y no antes.

P: ¿Quién es Donald Trump?

R: Proféticamente lo vemos como un rey Ciro. De igual manera que la unción y la mano de Dios estaban sobre el rey Ciro, también están sobre el presidente Trump para reestablecer los propósitos de Dios para nuestra nación.

P: Entonces ¿es creyente?

R: Tanto el vicepresidente como la directora del comité de consejeros evangélicos que nos reunimos en la Casa Blanca, Paula White, que es amiga del presidente desde hace años, han comentado que Donald Trump es creyente y que está abierto a las cosas de Dios. Siempre tiene pastores a su alrededor y está dispuesto a escuchar el consejo de la Biblia.

P: Aprovecho que me hablabas de reforma migratoria. ¿Qué hay de la gestión de los dreamers? Hay colectivos pastorales que han pedido al presidente una rectificación de su postura.

R: El presidente, creo que en marzo, manifestó que estaba dispuesto a darles derechos a los dreamers. El Partido Demócrata ha utilizado esta situación para la política y ha negado lo que Trump quería hacer. El presidente quiere proteger nuestra frontera pero tiene un corazón para los inmigrantes y quiere hacer lo justo para ellos. Hay un ataque fuerte contra todo lo que hace el presidente por los medios para tratar de deslegitimar su presidencia. La gente que no tiene acceso a la información y no está analizándolo para ver lo que está sucediendo tiene que saber que hay un sentimiento anti-Trump. Para colectivos como los latinos y los afroamericanos la economía está como nunca. Hay trabajo como nunca. Todo se está arreglando, no solamente en temas importantes para nosotros como cristianos, sino para toda la comunidad.

P: ¿Por qué crees que hay un sentimiento anti-Trump?

R: Antes de las elecciones se trabajaba con informaciones falsas. Quienes trabajaban para el presidente Obama, los progresistas y liberales, no querían ni quieren perder el poder. El gobierno de Obama no solamente era anticristiano y antiisrael sino que era un proceso socialista para destruir nuestra propia tierra. Ellos no querían perder el poder y ahora estamos viendo el plan que tenían originalmente para tratar de ganar las elecciones y, en caso de no conseguirlo, para tratar de deslegitimar al nuevo gobierno. La mayoría de los medios estadounidenses son muy liberales, anticristianos, antiisrael y antidemocracia. Ahora estamos viendo hasta qué punto actuaron contra la ley. Estos son los Estados Unidos, no es Venezuela ni Cuba.

P: Tengo la sensación que, a veces, los sectores cristianos reducen la agenda política a unos elementos muy concretos. Aparte de las políticas provida y profamilia, ¿de qué manera justificas como beneficiosa la llegada de Trump al poder?

R: Por la economía y el trabajo. También la política exterior y el nombre de los Estados Unidos. Por ejemplo, lo que está sucediendo con Corea del Norte, aunque no está claro que de momento haya una solución. Ningún otro presidente, salvo Reagan, ha actuado así. Es decir, por medio de su fuerza podemos acudir a una mesa de negociación para discutir la paz. Lo mismo con Irán. Está muy claro quiénes son nuestros amigos y nuestros enemigos. El acuerdo de Obama con Irán era horrible para todo el mundo. Para Estados Unidos y para Israel. No tenía ningún beneficio para nosotros y aún así lo hizo, suspendiendo nuestra protección. Ahora la gente empieza a respetar a los Estados Unidos. No queremos dominar ni controlar, tan sólo llevar paz, democracia y avance para los países.

P: A principios de 2017 Donald Trump se refirió al presidente de Corea del Norte como “loco con armas nucleares” y a su país como “debilitado y famélico régimen. ¿A eso te refieres con paz y democracia?

R: Originalmente, cuando Corea del Norte estaba avanzando su programa nuclear el presidente Trump tomó una postura muy fuerte en contra. A raíz de comenzar Kim Jong-un a reunirse con el presidente de Corea del Sur y a hablar de desnuclearización, que era el requisito de Donald Trump, entonces tenemos la posibilidad negociar con Corea del Norte para avanzarla y beneficiarla trayéndola a la comunidad de naciones, si hace lo que debe hacer. Pero todo ha sido por la fuerza de Donald Trump. Imagino que también el presidente chino, Xi Jinping, le ha manifestado a Kim Jong-un que le resultará más beneficioso negociar la situación.

Fuente: http://protestantedigital.com/internacional/44771/Vemos_a_Trump_como_a_un_rey_Ciro