18 de marzo del 2024
Hechos 2:22-24
¿CRIMEN MAYOR O ACTO DE AMOR?
“Y a ese hombre, que conforme a los planes y propósitos de Dios fue entregado”. Hechos 2:23
La muerte de Cristo fue el mayor crimen de la historia. Uno de sus seguidores más cercanos, Judas, lo traicionó por dinero. Los líderes religiosos pagaron ese dinero y entregaron a Jesús para que lo mataran porque lo envidiaban. Los testigos que lo acusaron eran falsos. Su juicio fue un flagrante error legal. El juez, Pilato, que lo condenó a muerte estaba convencido de su inocencia, pero no quería disgustar a la gente. Este crimen mayor en la historia, sin embargo, no fue un accidente, sino parte de un plan. Jesús fue entregado a muerte por el designio determinado y el conocimiento previo de Dios. Sin embargo, este hecho no exime de responsabilidad a los acusadores y perpetradores. Como dijo el apóstol Pedro: “Ustedes lo mataron, crucificándolo por medio de hombres malvados”. Este fue el lado oscuro de la muerte de Jesucristo. También hay un lado glorioso: la muerte de Cristo fue la mayor expresión del amor de Dios, por nosotros y por el mundo entero (ver Juan 3:16). Dios envió a su único Hijo para salvarnos y darnos vida eterna. Jesús, el Hijo de Dios, renunció a su gloria celestial y se hizo humano, como nosotros. Y fue voluntariamente a la cruz, dando su vida como sacrificio por nuestro pecado. Desde allí él pudo declarar que su obra estaba consumada por gente como tú y como yo que no la merecíamos.
Señor Dios, la historia se desarrolla conforme a tu Palabra. Y la muerte de Cristo fue la ejecución de tu eterno plan de amor. ¡Te agradecemos y alabamos tu nombre! En Jesús, Amén.
El sufrimiento y la muerte de Jesús no fueron obra de la casualidad ni el resultado de un fallo en los planes de Dios. Estas cosas sucedieron según “los planes y propósitos de Dios” (Hechos 2:23). El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, movidos por su asombroso amor por nosotros, los seres humanos, entraron en el pacto de redención por nuestro bien. Y aunque Jesús, el Hijo de Dios, fue crucificado, muerto y sepultado, también resucitó victorioso sobre la muerte, ascendió al cielo y ahora y ahora gobierna todas las cosas para que podamos tener una nueva vida y vivir con Dios para siempre. A lo largo de este mes, seremos guiados a través de pasajes bíblicos que nos ayudan a ver en acción el plan redentor de Dios. Que estas meditaciones le edifiquen en la fe y le ayuden a acercarse al Dios que le ama y quiere que comparta su amor y su vida con las personas que le rodean, cercanas y lejan
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.