Gálatas 5:16-26
EL FRUTO NO PROHIBIDO
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Gálatas 5:22-23 RVR60
En la Biblia, los frutos tienen un significado importante. Algunos, como el del árbol de la ciencia del bien y del mal, no nos traen muy buenos recuerdos. Era un fruto prohibido, lo que implicaba que nuestros primeros padres debían evitarlo a toda costa y no lo hicieron.
Pero hay otro fruto que la Biblia nos presenta de una manera más atractiva, y que nos invita a buscar sin restricción. Se trata del fruto del Espíritu, un fruto que no brota de ninguna planta conocida, sino que florece en los corazones de las personas. Es mediante este fruto que podemos erradicar las obras que nuestra naturaleza humana caída produce. Pero este fruto solo es posible en nuestra vida a través de la gracia de Dios y es el Espíritu Santo quien se encarga de esta tarea.
Dios no desea que el fruto del Espíritu sea solo un adorno, como los productos que se exhiben en una vitrina. Él espera que el amor, gozo y paz, se manifiesten en nuestras relaciones para traer salud en el compañerismo con otros. Él espera que la paciencia, la benignidad, y la bondad salgan a relucir al lidiar con las faltas y errores de los demás. Y que la fe, la mansedumbre y la templanza, nos permitan ser humildes en nuestro proceso de santificación. Tal vez usted no lo note, pero otros sí se percatarán de los cambios que indican que la madurez está llegando a su vida.
Te pedimos, Señor Jesucristo, que el terreno de nuestro corazón esté preparado para recibir la obra de tu Santo Espíritu. Ayúdanos a crecer en gracia y madurez espiritual. Amén.