Santiago 4:13-15
DIOS O TU PLAN: ¿QUIÉN DIRIGE TU VIDA?
"Ahora oigan esto... los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal...ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero», ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida!". Santiago 4:13-14
Hacer planes es parte de la vida. Pensamos en el futuro, organizamos nuestros pasos y proyectamos nuestras metas. Nada parece estar mal en eso. Al leer este pasaje, podríamos preguntarnos: ¿Dónde está el problema? A simple vista, suena como una conversación típica entre empresarios, una estrategia bien pensada. Pero hay algo fundamental que falta en esos planes: Dios.
El error no está en planear, sino en hacerlo desde la arrogancia y la autosuficiencia. Santiago nos advierte contra una mentalidad que deja a Dios fuera de la ecuación, como si nuestra vida estuviera completamente bajo nuestro control. Hacer planes sin contar con Dios es vivir como si Él no existiera al grado que nuestras decisiones reflejan más confianza en nuestras propias capacidades que en la voluntad soberana de Dios.
La verdad es que la vida es incierta. Podemos tener la agenda llena, pero no tenemos el control del mañana. Y aunque eso puede ser aterrador para algunos, para el creyente es una invitación a confiar más en Dios. En lugar de preocuparnos por lo impredecible, podemos descansar en la certeza de que Dios gobierna en cada momento. La pregunta clave no es solo ¿qué planes tengo para el futuro?, sino ¿qué lugar ocupa Dios en mis planes? En lugar de hacer planes y pedirle a Dios que los bendiga, primero buscamos su dirección y confiamos en su propósito.
Dios misericordioso, ayúdanos a confiar en tu guía y a someternos a tu voluntad. Concédenos la sabiduría y la fuerza para servirte en todo lo que hacemos. Amén.