- Encaja el texto bíblico
- Proclama el Evangelio
- Conecta la Palabra de Dios a la vida del Pueblo de Dios
- Está bien organizado y fácil de entender
- Captura la imaginación de los oyentes
- Es bien entregado
- Orienta a los oyentes a vivir la vida del reino
1. Un Buen Sermón Encaja el Texto Bíblico
Al inicio de su libro “Yo Creo en la Predicación,”John Stott dice: “Esta afirmación trinitaria de un Padre, Hijo y Espíritu Santo que habla, y por ende, la afirmación de una Palabra de Dios bíblica, encarnada y contemporánea es fundamental en la religión Cristiana. Lo que Dios habla es lo que hace necesarias nuestras palabras. Debemos hablar lo que Él ha hablado. Es allí donde radica la obligación monumental de predicar”
2. Un Buen Sermón Proclama el Evangelio
- Escuchar cualquier confesión de fe que de manera particular o específica se está haciendo en el pasaje que se está tratando.
- Relacionarlo a nuestro sentido total de lo que Dios ha logrado o está tratando de lograr a través de Jesucristo, no solo en nuestras vidas, sino en todo el mundo. Es decir, sea de dónde sea, o de qué predique, de alguna manera debe encontrar una relación a la labor continua de ese Dios, el cual hemos llegado a conocer de manera completa en la Persona de Jesucristo.
3. Un Buen Sermón Conecta la Palabra de Dios a la Vida del Pueblo de Dios
“No hay ningún Evangelio universal aparte de aquel que se manifiesta en los aspectos particulares y concretos de nuestra vida real.”
4. Un Buen Sermón Está Bien Organizado y es Fácil de Entender
J.H.Jowett dijo: “Tengo la convicción de que ningún sermón puede ser predicado, a menos que no podamos expresar su tema en una frase breve y significativa, tan clara como el agua…Pienso que ningún sermón debiera ser predicado, o incluso escrito, hasta que esa frase no emerja, clara y lucida como una luna despejada.”
«Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad” 2 Timoteo 2:15
5. Un Buen Sermón Cautiva la Imaginación del Oyente
John Stott era del creer que, parte de nuestra seriedad y sinceridad es “sentir aquello de lo que hablamos. La seriedad es un sentimiento profundo, y es indispensable para los predicadores.”
James Alexander, antaño catedrático de la Universidad de Princeton dijo en una ocasión: “Ningún hombre puede ser un gran predicador sin un gran sentir, pues es cuestión de conocimiento publico que si un orador desea incitar sentimientos profundos, debe experimentar sentimientos profundos él mismo”
John Stott menciona a Mark Twain, quien hace un vívido relato de un servicio dominical por la mañana, el cual dice: “El ministro anunció su texto, y expuso monótonamente un argumento tan prosaico que mas de uno a la larga comenzó a cabecear, si bien era un argumento de infinito fuego y azufre, de tal manera que disminuyó a los elegidos predestinados a una compañía tan pequeña, que apenas valía la pena salvarlas…Fue un verdadero alivio para toda la congregación al terminar esta prueba severa y ser pronunciada la gracia”
Charles Spurgeon les dijo a sus estudiantes: “No debemos hablarles a nuestras congregaciones como si estuviéramos medio dormidos. Nuestra predicación no debe ser un ronquido elocuente…Interésense ustedes, e interesarán a otros”
William Romaine, aconseja lo siguiente: “Es infinitamente mas importante conocer el corazón de la predicación que su arte. Tengan algo que decir, díganlo con seriedad y entusiasmo, y la congregación estará a sus pies”
6. Un Buen Sermón es Bien Entregado
- Debemos entregar el sermón con el afecto apropiado.
- Debemos entregar el sermón con pasión e integridad.
Es a San Francisco de Asís a quien se le atribuye haber aconsejado a sus fieles: “Prediquen el evangelio en todo tiempo, Prediquen, y si es necesario, usen palabras.”
Spurgeon describió a un predicador, de quien dijo: “Era un buen predicador, pero muy mal cristiano. Predicaba tan bien, pero vivía tan mal, que cuando estaba en el pulpito todos comentaban que jamás debería bajarse, y cuando se bajaba, todos declaraban que jamás debería subirse de nuevo”.
7. Un Buen Sermón Orienta a los Oyentes a Vivir la Vida del Reino en el Mundo de Dios.
“La mejor estrategia de Dios para la evangelización es sacar a un hombre del mundo, salvarlo, perdonarlo, limpiarlo, para luego volverlo a poner en el mundo.” Orlando Costas.
Pastor Ricardo Ayala