Los pintores –todos ellos- han tratado de representar la cosa religiosa en su estilo y de acuerdo a sus conocimientos. El problema de representar a la divinidad o lo que se relacione con ella, es que hablamos de una dimensión lejana y desconocida, a menos que tengamos una revelación directa viniendo de ella misma.
Giotto di Bondone no es la excepción “nace en Colle de Vespignano (Vicchio) en 1267. Reconocido artista de la época, desarrolló varios ámbitos artísticos, destacando la poesía, escultura, arquitectura y sobre todo la pintura, considerándose este autor del Trecento uno de los iniciadores del movimiento renacentista en Italia. Su obra tuvo una influencia determinante en los movimientos pictóricos posteriores” (fuente: Wikipedia).
Vale la pena explorar las pinturas de Giotto. Porque procura representar lo que sucede antes del nacimiento de Cristo, durante su existencia sobre esta tierra y, por supuesto, los “últimos días del Mesías.
Hay mucho respeto en las pinturas y frescos que son de la autoría de este artista. Se corresponde con las tradiciones de la época.
En “La Visitación”, María (embarazada y a la espera del Mesías) recibe el abrazo de Isabel, también encinta (esperando a Juan el Bautista). Son dos mujeres que sin una explicación racional ante el milagro de su gestación, aparecen con la serenidad reflejada en sus rostros.
Los evangelios –en su sobriedad característica- solo nos dicen del asombro y del temor antes anuncios de nacimientos que no son del todo comprendidos por las protagonistas. Solo hay un hecho de fe: los cambios vienen al planeta. Pero solo lo comprenden aquellos que pueden ejercer fe para aceptarlos y creerlos.
“A los suyo vino… y los suyos no lo recibieron” declaran los evangelios para explicar la indiferencia de la humanidad ante unas buenas noticias que lo único que hacían era darles esperanza a una humanidad sin esperanza de algo o de nada.
Ante el intento de muchos de olvidarse del significado de lo que se celebra en esta semana, los artistas que cantan los villancicos o los que usan sus pinceles para “acercarnos” a la historia que se desarrolló hace dos mil años, procuran poner las cosas en la perspectiva y además que mantengamos el equilibrio ante tanta fiesta que quiere que simplemente olvidemos. ¿Podremos simplemente olvidar?
(Guillermo Serrano).