La titulada visita apostólica de Jorge Mario Bergoglio a Perú, cierra su gira a los dos países sureños del continente americano, con las expectativas, en este caso de referirse a la cuestión ecológica ante el avance del hombre en la selva amazónica.
“El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), recibió este jueves por la tarde al papa Francisco en el Grupo Aéreo N°8, en la primera visita oficial que realiza el líder de la Iglesia Católica a nuestro país.
El Sumo Pontífice arribó de Chile aproximadamente a las 4:32 p.m. El jefe del Estado, acompañado de su esposa Nancy Lange, esperó el descenso del Papa de la aeronave para darle la bienvenida a nombre de la Nación y del Estado peruano” (fuente: diario el comercio).
“Voy hacia ustedes como peregrino de la alegría del Evangelio, para compartir con todos «la paz del Señor» y «confirmarlos en una misma esperanza», decía el Papa en el Video mensaje previo a su 22º Viaje Apostólico internacional a Chile y Perú, agregando su voluntad hacerse partícipe de las alegrías, las tristezas, las dificultades del pueblo, “decirles que no están solos – añadía – que el Papa está con ustedes, que la Iglesia entera los acoge, que la Iglesia los mira”.
En Perú tres ciudades lo esperan: Lima, una tierra que vibra con la devoción popular a los grandes santos peruanos. Puerto Maldonado, la puerta de entrada meridional al pulmón del planeta, y Trujillo, donde el Papa, entre otras cosas, encontrará a los damnificados por las calamidades naturales (News,Va).
Perú reclama un 90 de su población católica romana, aunque la tragedia del catolicismo es su mezcla con tradiciones populares como lo son las religiones ancestrales de los habitantes originales (cuestión evidente en México, Mesoamérica, Perú, Brasil y otros países de América Latina).
Después de las visitas multitudinarias de Karol Józef Wojtyła hace 40 años, la pregunta que quedó en las mentes de los habitantes del momento fue cómo los discursos y anuncios podrían influir y hasta cambiar las vidas de las personas afectadas. Es la misma pregunta que hoy se hacen los medios de comunicación con la visita de Francisco. Nosotros tenemos dos preguntas: estos “viajes apostólicos” ¿ayudarán a detener el declive del catolicismo en las Américas? Lo segundo es: ¿habrá un cambio de conducta y en los hábitos de vida de los confesos católico romanos?
Jesucristo, el verdadero Señor del cristianismo no reclamó cambios religiosos en las vidas de los que le seguían, solo un hacer algo por los necesitados, llamados prójimos, cuestión que evidenciaría que el árbol estaba dando buenos frutos. Todo lo demás es ritualismo carente de vida.
(Guillermo Serrano, Viernes 19 de enero, 2018).