Nace en Mallorca una asociación juvenil cristiana con el objetivo de ayudar a personas en situación vulnerable. “Sentimos que no podemos quedar indiferentes ante todo lo que estamos viendo”, explican sus fundadores.
Un estudiante de derecho y tres maestras de educación primaria. Es la fórmula que ha dado lugar a Commited & Revived Youth. Una asociación juvenil con voluntad de dar a conocer el evangelio a través de la relación y la ayuda con personas en situación de riesgo de exclusión social. Se trata, dicen, de “sacar el mensaje de Jesús, el evangelio, a la calle, no a través del pregón ni a grito pelado, sino de una forma más cotidiana”. “Que se pueda ver el amor de Dios a través de nuestras obras y del amor que tenemos entre nosotros”, remarcan.
José Vázquez, Belén Hilt, Daniela Suárez y Jessica Stucki son los artífices de esta agrupación, dirigida en especial al público juvenil. “Lo que nos hace diferentes, es que es todo gestionado por jóvenes y nuestro motivo es involucrar a los jóvenes. Tenemos un compromiso con vivir una vida de amor y generosidad”, explican.
Aunque establecidos en Alcúdia, fijan su campo de acción en toda la isla. De momento, han comenzado con una campaña de recogida de material escolar en el municipio, aunque para octubre esperan poder comenzar a trabajar con personas en situación de sin hogar en Palma de Mallorca.
Pregunta: ¿De dónde surge la idea de crear el grupo y cómo nace?
José Vázquez: En la universidad. Nosotros participábamos en GBU y allí estábamos estudiando la Biblia con otros compañeros y veíamos que esa unidad era buena. La unidad entre diferentes congregaciones y jóvenes. Pero para implicar a otros jóvenes teníamos que hacer algo. Entonces, vimos que la unidad que Dios ponía era en torno a la obra social. Y así surgió la idea de crear una asociación civil, fuera del ámbito de la universidad y aunando diferentes congregaciones en cuanto a este tema.
Belén Hilt: Nos quedábamos dentro de la universidad y queríamos llegar a ayudar a muchas más personas que tuvieran necesidad, con el motivo de dar a conocer a Jesús. Tres de las cuatro personas que formamos el grupo estamos en el mundo del voluntariado y hemos comprobado que hoy falta compromiso entre la juventud. Hoy solo se piensa en uno mismo y no se entiende que, para estar una bien, es necesario dar. Estábamos en organizaciones que no eran cristianas y teníamos la ilusión de crear una organización propia con la que salir fuera y llevar el mensaje de Jesús para poder alcanzar al máximo de personas posibles. Y es ahí donde nos unimos con el objetivo de ayudar a personas en riesgo de exclusión social y con el motivo de ofrecerles también el mensaje de Jesús. Por eso, esta asociación se llama Commited & Revived Youth [Juventud comprometida y revivida], porque queremos involucrar a los jóvenes en la ayuda a otras personas y en el hecho de que necesitamos hacer algo por alguien.
P: ¿Cuáles serían los objetivos?
J. V.: El motivo en el que se fundamenta la asociación es llevar el mensaje de Jesús fuera de la iglesia. Cuando invitas a alguien a la iglesia puede parecer extraño. De hecho, es algo que en España no suele gustar. Entonces, si las personas no quieren venir a la iglesia, tendremos que sacar la iglesia fuera. Se trata de expresar el amor de Jesús a través de la obra social y del asociacionismo juvenil. Sacar el mensaje de Jesús, el evangelio, a la calle, no a través del pregón ni a grito pelado, sino de una forma más cotidiana. Que se pueda ver el amor de Dios a través de nuestras obras y del amor que tenemos entre nosotros.
P: El grupo también está abierto a personas no cristianas.
B. H.: En esta asociación somos cristianos evangélicos pero nuestra idea es reunir a voluntarios de todo tipo, sean cristianos o no. No vamos a rechazar a nadie que no sea cristiano pero que quiera unirse al grupo como voluntario. Ahora bien, siempre remarcaremos cuáles son nuestras bases. Van a saber que somos cristianos. Queremos atraer a jóvenes que no sean cristianos a esta asociación para que, de algún modo, puedan conocer a Jesús, ya sea a través del voluntariado, porque pensamos que al ver nuestras acciones se pueden dar cuenta de que somos diferentes. Nuestro perfil son los jóvenes comprometidos, que estén avivados y que tengan ganas de ayudar a otras personas, pero con un compromiso. En las organizaciones en las que he estado como voluntaria siempre destaca la falta de compromiso, que no hay constancia en lo que se hace. Así que, vamos a intentar traer a personas que sean constantes y que estén comprometidas con lo que harán.
P: ¿Qué pensáis que puede suponer la creación de vuestra asociación para la realidad mallorquina?
J. V.: En Mallorca se necesita claramente a Dios porque es una tierra que no se ha labrado. Mucha gente dice que esto es un desierto. La gente es un poco reticente a la fe y el catolicismo está arraigado, pero de manera cultural. Siempre se ha visto Mallorca como sol y playa, pero aquí vive gente. En nuestras iglesias se ve esto, y que las personas quieren fundamentar la iglesia, pero para eso necesitan llamar la atención y ver que hay luz en Mallorca. Lo que nosotros buscamos es impactar a la sociedad. Algunos ni se enteran de que estamos ahí, porque somos congregaciones más bien pequeñas. Por eso, la realidad evangélica no se ve, y las iglesias no se ven en Mallorca. Así que queremos proporcionar visibilidad al evangelio y atajar la necesidad que hay, que es mucha, ya que aquí la gente trabaja seis meses y los otros seis vive bastante mal. Se necesita ayuda alimentaria y con el material escolar, por ejemplo, y ahí vamos a estar ayudando. Además, la juventud no sabe qué hacer y pensamos que, un entorno en el que todos somos jóvenes, en un ambiente distendido van a ver a Jesús de otra forma. Nuestra idea es que la primera toma de contacto con los jóvenes sea amena y que no produzca rechazo.
P: ¿Y cuál está siendo hasta ahora la acogida por parte de las iglesias en la isla?
J. V.: Nuestras iglesias nos han acogido bastante. En el grupo de GBU también hay diferentes congregaciones representadas que nos han recibido bien. Todavía no nos hemos presentado a las diferentes iglesias porque ha sido algo paralelo. Desde nuestros ministerios hemos recibido apoyo, pero al estar comenzando, aún no lo hemos presentado a otras congregaciones. A algunas personas que se han enterado les ha gustado la idea, pero no lo hemos presentado a nivel institucional en otras iglesias.
P: Vuestra primera campaña es de recogida de material escolar.
B. H.: Hemos decidido comenzar de esta manera porque ahora es el inicio de las clases y hay mucha necesidad. Hay muchas familias que tienen que gastar mucho dinero en libros, y si se le suma el material escolar, les cuesta llegar. Como tres integrantes de la asociación somos maestras de educación primaria, nos hemos dado cuenta de esta necesidad y decidimos aprovechar este tiempo para eso. Lo organizamos de manera rápida porque fue algo que pensamos que había que hacer, y hemos tenido un respaldo grande. Comenzamos esta semana y la iglesia se ha implicado mucho. También personas que no nos conocían, e incluso en los institutos y centros municipales nos han reconocido después de haberles presentado la iniciativa, y ya han empezado a hacer recolecta. Desde servicios sociales del Ayuntamiento de Alcúdia nos han dicho que la campaña está teniendo mucho impacto y difusión. El Señor lo está moviendo porque acabamos de comenzar a recoger, y el próximo 15 de septiembre ya comenzaremos a repartir. Saben que somos cristianos, de manera que las personas sabrán que hay un Dios que les ama y que ese es el motivo por el que estamos ahí.
P: ¿Hay otras campañas en mente?
J. V.: La asociación tiene dos áreas. Por una parte, el asociacionismo juvenil, con lo que nos referimos a charlas sobre concienciación. Nos gustan las ideas de A21, Break the silence, y todos los mensajes de romper cadenas y barreras, que van encaminados a predicar el evangelio. También queremos concienciar a los jóvenes y unirlos en torno a esas ideas, y a partir de ahí que puedan conocer a Dios. Por otra parte, también está la obra social, y queremos dedicarnos a las personas en riesgo de exclusión social, como quienes están viviendo en la calles o niños con dificultades para acceder a la educación. En base a eso, organizamos esta primera campaña.
B. H.: Lo que nos inspira a hacer todo esto es el amor de Jesús por las personas y la compasión que él tenía por aquellos que se encontraban en situación de necesidad. Sentimos que no podemos quedar indiferentes ante todo lo que estamos viendo. Sabemos que debemos dar el mensaje del evangelio, pero también ayudar. Muchas personas son reacias al mensaje de Jesús, pero cuando ven el amor, la atención y el cariño, se abren. Y eso es lo que hemos pensado con las personas que están sin hogar. La mayoría están en Palma de Mallorca y estamos diseñando un plan de acción para comenzarlo en octubre. Nuestra idea es llegar a ellos mediante la recogida de alimentos y de ropa, saliendo por las calles en invierno, intentando también conseguir alguna subvención o refugio para atender a todas las personas que sea posible, y hacerles llegar también el mensaje de Jesús.
