“Los recursos cada vez son más escasos. Sin duda, las iglesias locales y sus miembros tendrán que asumir una mayor responsabilidad financiera en el futuro”, explica el párroco Haakon Kessel.
La iglesia estatal de Noruega ya es historia. El 1 de enero, la iglesia protestante conocida como Iglesia de Noruega se convirtió oficialmente en una entidad legal independiente.
La ley fue aprobada en el Parlamento noruego en mayo de 2016. El comienzo del nuevo año trajo uno de los mayores cambios: 1250 clérigos en activo han dejado de ser empleados por el gobierno.
El liderazgo de la iglesia protestante histórica describe la nueva situación como “el cambio organizacional más grande de la iglesia desde la Reforma”.
¿QUÉ CAMBIARÁ EN LA PRÁCTICA?
“La principal diferencia se encontrará a nivel organizacional interno, en la forma con la que la iglesia se gobierna a sí misma”, dijo a Evangelical Focus Haakon Kessel, un párroco de la Iglesia de Noruega procedente de Ræge (al sureste del país).
“Ahora la iglesia puede designar obispos sin depender del gobierno, y los pastores ya no están empleados por el estado”.
Sin embargo, “la financiación de la iglesia (y de otros grupos religiosos) aún corre a cargo del dinero público, los impuestos”.
En ese sentido, son los políticos “quieren jugar un papel activo para asegurar que haya una sociedad que sea abierta a diferentes tipos de fe”, dice Kessel.
LA IGLESIA EN LAS CIUDADES Y PUEBLOS
A nivel local, “las comunidades (consejos municipales, por ejemplo) son responsables de los lugares de culto, y del mantenimiento y construcción de nuevos”. Y en la mayoría de lugares, las escuelas seguirán usando los edificios de las iglesias para encuentros navideños.
“Esto es una transición que ocurre con el tiempo, y aún queda una voluntad política para mantener y apoyar la Iglesia de Noruega (antes llamada la Iglesia del Estado)”, explica el ministro.
IMPLICACIONES PARA LOS CRISTIANOS
“Las implicaciones para los cristianos que asisten a la iglesia no se notarán de la noche a la mañana”, comenta Kessel. “Sin embargo, los recursos son cada vez más escasos. Sin duda, las iglesias locales y sus miembros tendrán que asumir una mayor responsabilidad financiera en el futuro”.
“La seguridad financiera que el gobierno proporcionaba a la Iglesia Estatal irá menguando de forma gradual”, prevé el pastor.
OTROS RETOS: EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
Pero hay otros “temas candentes”, dice Kessel. “Mucha gente está más preocupada por la separación dentro de la misma iglesia que por la separación con el estado”.
“A partir del 1 de febrero habrá una nueva liturgia de bodas junto con la antigua, abriéndose a matrimonios homosexuales. Por lo tanto se permiten dos teologías opcionales diferentes”.
“El debate lleva años causando estragos, se llegó a una conclusión en la Gran Asamblea del año pasado. Está por ver si la implicación de febrero se asentará de forma pacífica o con problemas”, concluye.