Centenares de personas se encontraban en el centro de Barcelona cuando la furgoneta conducida por un terrorista embistió contra decenas de personas en la Rambla, causando la muerte de al menos 13 personas.
Tras los primeros momentos de confusión, agentes de policía vaciaron las calles, mientras se atendía a los heridos y una operación policial trataba de capturar al autor. Muchos se refugiaron en eestaurantes, tiendas y hoteles.
“Después de las 17h nos llamó a la oficina de calle Balmes un compañero desde Ramblas diciendo que cerráramos la tienda, que estaba la Rambla llena de gente corriendo y gritando, y que no sabía qué había pasado”, explica Mónica Muñoz a Protestante Digital.
“Mientras hablaba con él, comenzamos a ver gente viniendo muy nerviosa procedente de la calle Bergara y Pelayo, y después de consultarlo con el jefe cerramos persiana”. Poco después, explica Mónica, “vino la policía y nos dijo que no saliéramos a la calle hasta que nos avisaran, mientras escuchábamos la radio”. Sus compañeros de empresa tenían en ese momento a “20 turistas dentro” del establecimiento.
Tras esperar varias horas, recibieron el permiso para volver a casa. “Estaba todo el centro precintado y desértico, fue muy impresionante ver Barcelona así”. Además, explica, “fue difícil conseguir un taxi porque todos estaban ocupados de lagente que quería salir de Barcelona”.
“Personalmente hubo momentos en los que tuve miedo”, explica Mónica, que es de fe evangélica. “Recibí muchos mensajes de amigos y familiares preguntando si estaba bien y que estaban orando por mí y por la situación, también veían la tele y me informaban por teléfono. Me sentí en todo momento acompañada en oración”.
ORANDO EN UNA IGLESIA CUANDO SUCEDIÓ EL ATENTADO
Irene Rodríguez también se encontraba cerca de Las Ramblas cuando ocurrió el atentado.
“Estaba a las 16:50 en la plaza del Ayuntamiento de Barcelona, a unos 600 metros del la Rambla, dirigiéndome hacia Santa María del Mar”, una conocida iglesia histórica del centro de la ciudad.
“Durante el suceso estaba dentro de la basílica, y justo orando con alguien por Barcelona y la iglesia de Dios en Catalunya y en España, cuando al salir a las 17h 30 nos hemos dirigido hacia el lado opuesto, aunque la idea era ir hacia las Ramblas”, explica.
Como todos lo que trataban de comprender lo que estaba pasando, “tuvimos incertidumbre viendo las ambulancias, policías, helicópteros”.
“Ahora en casa, dando gracias a Dios por su cuidado”, añade Irene en su pefil de Facebook. “Y sobretodo, pidiendo Él que fortalezca los corazones, fe y espíritu de sus hijas e hijos para hablar de la salvación en Él. Que no nos quedemos callados, como dice el Salmo 30:10-12: ‘Oye, oh Señor, y ten misericordia de mí; Señor, sé tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre’”.
Fuente: http://protestantedigital.com/espana/42836/barcelona_ataque_testimonios_ramblas
