Se trata de una colaboración de diferentes organizaciones sociales, agencias de rescate y municipios. “Queremos equipar otra embarcación de búsqueda y rescate tan pronto como sea posible”, señalan desde la institución religiosa.
Enviar un barco de rescate a aguas del Mediterráneo “lo antes posible”. Es el objetivo de la gran coalición de organizaciones y entidades sociales, agencias de rescate, instituciones municipales y el movimiento Seebrücke (puente del mar), a la que se ha unido la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD, por sus siglas en alemán).
Se trata de una medida con la que, dicen, buscan presionar a los líderes políticos de las instituciones europeas con el objetivo de que “no pierdan más tiempo” respecto a garantizar la acogida de las personas que llegan al continente entre los países de la Unión, además de traer de una forma segura a quienes han sido detenidos “arbitrariamente” en Libia.
“Durante décadas, en el contexto de sus actividades humanitarias y de desarrollo, la iglesia y sus agencias diaconales han contribuido cada día a salvar a las personas necesitadas alrededor del mundo”, ha asegurado el director del Consejo de la EKD, el obispo Heinrich Bedford-Strohm. “Queremos enviar un barco. El Consejo de la EKD decidió en su última reunión encontrar una asociación en la cual las iglesias, las instituciones y los activistas quieran equipar otro barco de búsqueda y rescate tan pronto como sea posible”, ha remarcado Bedford-Strohm.
TRES PETICIONES CLAVES
La coalición estructura su plan de acción en torno a tres demandas básicas. En primer lugar, “un plan de emergencia para refugiados llegados en embarcaciones”, con el que los países de la Unión Europea se comprometan a rescatar a las personas del mar. También exigen la disposición de “refugios seguros” con los que “aceptar a más refugiados de forma voluntaria”, y la prohibición de las devoluciones a Libia, donde muchas personas “se exponen al riesgo de torturas sistemáticas, esclavitud y violencia”. La Unión Europea y Alemania deben respetar y aplicar el principio de no-devolución como una obligación de las leyes internacionales”, señalan.
“Apoyaremos la búsqueda y el rescate civil lo mejor que podamos mientras los seres humanos que buscan protección continúen ahogándose en el Mediterráneo y los gobiernos no actúen”, subraya Bedford-Strohm.
En Alemania ya se han visto otras iniciativas de este tipo por parte de entidades religiosas. También la Iglesia Reformada ha colaborado económicamente en las actividades de rescate en el Mediterráneo.