Diana de Gales, la princesa que murió con Dios en los labios

El domingo 31 de agosto de 1997 Diana de Gales y su pareja, Dodi al Fayed, sufrieron un aparatoso accidente a las 00.23 de la madrugada en el túnel Place de l’Alma de París, en la margen derecha del Sena.

De los cuatro ocupantes del coche sólo sobreviviría el guardaespaldas, que viajaba de copiloto en la parte delantera del Mercedes S280. que se estrelló a unos 105 kilómetros por hora contra un pilar del túnel, perseguido por un enjambre de paparazzi. La autopsia reveló semanas después que el conductor tenía un elevado índice de alcohol en sangre.

El fotógrafo Damien Dalby, una vez ocurrida la tragedia, pidió auxilio a los colegas que se hallaban en el lugar del accidente y vio como salía humo del vehículo. Intentó apagar el coche, pero no pudo.

«Oh Dios mío, Oh Dios mío», repetía la princesa poco después del accidente, según el testimonio del fotógrafo, difundido por vídeo durante una audiencia pública en Londres.

La ex esposa del príncipe Carlos, heredero del trono británico, falleció a las cuatro de la madrugada tras ser trasladada al hospital. Aquellas fueron las últimas palabras que pronunció.

Al hilo de este recuerdo, en este 20 aniversario de su muerte, reproducimos debajo parte de un artículo de Jaime Fernández Garrido, publicado originalmente en 2010.

LA SEGURIDAD DE DIANA DE GALES

Me llamó la atención una frase que Diana había dicho justo antes de morir. Ella confirmó en algunas entrevistas que estaba saliendo con Dodi, y también nos dijo la razón por la que salía con un hombre con tanto dinero: «Dodi me da seguridad».

En cualquier momento podían escapar de cualquier situación en un helicóptero o en avión personal… Podían introducirse en lo más solitario del mar con alguno de sus barcos particulares. La seguridad era absoluta, y aparentemente de esa seguridad nacía el sentimiento de felicidad.

Y no se puede juzgar por eso a Diana, muchos piensan hoy lo mismo.

Todos sabemos como terminó la historia. Todos conocemos la seguridad que tanto Diana como Dodi tenían, y cómo esa seguridad se perdió en sólo unos minutos. Y después la muerte… y la eternidad. Y no me digáis que es muy cruel exponerlo así: Es la realidad.

La seguridad del hombre dura sólo cinco minutos: los que le separan de su propia muerte. ¿Sabes lo que ocurre? Si echas a Dios de tu vida y dices que todo lo referente a la vida espiritual es un cuento, todos los grandes problemas de tu existencia: libertad, amor, muerte, significado, etc. deben ser resueltos en base a dimensiones materiales… y ¿Cómo enfrentas todas esas situaciones (que no son materiales) con lo que tienes en tus manos?

¡Puedes tener todo y disfrutar de todo el dinero del mundo y en el momento crucial de la vida no servirte de nada! ¿Qué harás entonces con toda tu «seguridad»?.

Fuente: http://protestantedigital.com/sociedad/42905/Diana_de_Gales_la_princesa_que_murio_con_Dios_en_los_labios