Todos los comienzo de año se hacen esas nuevas resoluciones, que por lo general se siguen hasta por ahí por la segunda o tercera semana de enero.
Es posible que pensando en estas decisiones que se hacen pero que cuesta seguirlas, es que una organización que se dedica a analizar las tendencias y modas entre los seres humanos publicó cuáles son las nuevas tentaciones que nos afectan versus las antiguas tentaciones que siguen vivas y presentes.
Así entre las nuevas tentaciones destacan el pasar mucho tiempo dedicado todo tipo de medio de comunicación, aunque mi interpretación es ver la internet como la probable causa de esta moderna tentación.
¿Y entre las tentaciones antiguas? Comer demasiado, gastar mucho dinero, la murmuración. Y una de las peores y quizá más que tentación, pecado, es la pérdida de tiempo o negligencia (no hacer lo que tenemos que hacer y dedicarnos a otra cosa).
Son en realidad estas tentaciones las que luego se convierten en pecado las que nos impiden proseguir a las metas que nos hayamos puesto en esas nuevas listas de resoluciones de cosas que deseamos hacer como algo que nos ayude a cambiar el ritmo y el propósito de nuestra rutina diaria y quizá nuestra propia vida.
La misma encuesta sugiere varias maneras cómo resistir esas tentaciones nuevas y viejas: la que gana lejos es la oración, luego está la razón y recordar las cosas que hemos aprendido, decir “no” y la última medida y quizá la menos usada es simplemente ¡acostarse a dormir!
No sé cuáles serán las tentaciones que te acosan y te impiden concentrarse en tus metas y en aquello que consideras importante.
Quizá lo que deberíamos hacer cada comienzo del año es simplemente vivir una vida normal que se centre en nuestros ideales y propósitos que han regulado consciente o inconscientemente nuestra vida
Por ejemplo, si creemos que debemos trabajar 8 horas cada día, pues hagámoslo de lunes a viernes. Y si pensamos que debemos dedicar tiempo a la familia, comencemos compartiendo por lo menos algunas de las comidas diarias. Con relación a Dios, aprendamos a saber más acerca de Él leyendo la Biblia, un pasaje o un capítulo al día.
A lo mejor llegamos a fines de este 2013 con varios objetivos conseguidos. Y será así, sólo porque nos hemos decidido a vivir en forma normal.
Guillermo Serrano, Lunes 7 de enero, 2013.