La iglesia de Sión, una de las más grandes iglesias caseras en Pekín, fue cerrada el domingo pasado por funcionarios estatales por rechazar las solicitudes de las autoridades de instalar cámaras de vigilancia de circuito cerrado en el edificio.
“El domingo, el buró de asuntos civiles del distrito de Chaoyang dijo que la iglesia estaba violando las reglas que prohíben las reuniones masivas y que ahora estaban “legalmente prohibidas” y que su “material promocional ilegal” había sido confiscado”, informó Reuters.
“Me temo que no hay forma de que podamos resolver este problema con las autoridades”, dijo a Reuters el pastor de Sión, Jin “Ezra” Mingri.
El pastor “Ezra” explicó a la agencia de noticias AFP que los oficiales “persiguieron a todos y sellaron el lugar, incluso derribaron nuestra señalización en la pared. Todas nuestras cosas han sido confiscadas y no se nos ha permitido volver a entrar al edificio”.
“EN ESTA TIERRA, SÓLO PODEMOS CONFIAN EN DIOS”
El funcionario de la oficina de asuntos civiles del distrito de Pekín les dio a los asistentes panfletos de las iglesias oficialmente habilitadas a las que podrían asistir.
A los asistentes a la iglesia también se les dio un aviso, diciendo que “las masas de creyentes deben respetar las reglas y regulaciones y asistir a eventos en lugares legalmente registrados de actividad religiosa”.
De acuerdo con ChinaAid, la iglesia de Sión ha decidido que no se dejará influenciar por la prohibición y en su lugar tendrá servicios al aire libre.
“En esta tierra, el único en el que podemos confiar es Dios”, dijo el pastor. Ezra cree que “las iglesias continuarán desarrollándose. El bloqueo de estos lugares solo intensificará los conflictos”.
HOSTIGAMIENTO ESTATAL
Las autoridades han ejercido una presión creciente sobre la iglesia, incluso amenazando con el desalojo, desde abril, cuando enviaron una carta solicitando a la iglesia que instalara 24 cámaras de circuito cerrado en sus instalaciones por “razones de seguridad”.
Cuando la iglesia se negó, los oficiales de seguridad del estado y la policía empezaron a hostigar a los feligreses, incluso en sus lugares de trabajo, pidiéndoles que prometieran no ir a la iglesia.
Desde que un nuevo conjunto de regulaciones para gobernar los asuntos religiosos en China entró en vigor en febrero, las iglesias en toda China han enfrentado nuevas oleadas de acoso y presión para registrarse.
Es por eso que en julio pasado, más de 30 iglesias protestantes clandestinas de Pekín emitieron una declaración conjunta quejándose de la “interferencia incesante” y del “asalto y obstrucción” de las actividades regulares que los creyentes están sufriendo.
BIBLIAS QUEMADAS Y COERCIÓN
“La represión masiva contra miles de iglesias en Henan y el cierre forzado y el cierre total de la iglesia más grande de Pekín, La Iglesia de Sión, representan una escalada significativa en la represión del presidente Xi contra la libertad religiosa en China”, expresó el fundador y presidente de ChinaAid, Bob Fu.
La organización se mostró crítica con “el Partido Comunista Chino, que ha comenzado a quemar Biblias y coaccionar a millones de creyentes en la fe cristiana y otras minorías religiosas para incluso firmar un compromiso por escrito de renunciar a sus creencias religiosas básicas”.
“La comunidad internacional debe estar alarmada e indignada por esta flagrante violación de la libertad de religión y creencias y exigir que el régimen chino detenga y remedie este peligroso curso”, concluyó Fu.
RESTRICCIONES EN INTERNET
Este lunes, la Administración Estatal de China para Asuntos Religiosos ha publicado un borrador de nuevas regulaciones que “prohibirán la transmisión de ceremonias religiosas (en vivo en Internet), incluyendo la oración, la predicación e incluso la quema de incienso”, informa AsiaNews.
“Cualquier persona que quiera abrir un sitio religioso, debe pedir permiso a las autoridades y ser juzgado moralmente sano y políticamente confiable”, dice el borrador.
Pero aquellos que reciben la licencia “solo pueden publicar material didáctico a través de Internet en su red interna, accesible solo a través de un nombre registrado y una contraseña […] y no pueden intentar convertir a alguien ni distribuir textos religiosos u otro material”.
“También está prohibido publicar la más mínima crítica al liderazgo del Partido y a la política religiosa oficial; promover la participación de menores en las ceremonias religiosas, ni usar la religión para derrocar al sistema socialista”.