Nuestra esperanza siempre debe comenzar en el Señor. Si creemos en el futuro divino podemos vivir en esperanza, pase lo que pase. Pero la esperanza en el Señor se manifiesta en situaciones y realidades concretas. Hay muchas cosas pendientes del 2017 que podrían desalentar. Sin embargo, tengo esperanza en el 2018 porque veo que Dios está obrando en lugares específicos dentro del mundo en el cual yo me muevo.
Veo a Dios obrando a través de las iglesias dinámicas del sur global. Mientras se ve una crisis de fe en muchas de las iglesias del norte, Dios sigue obrando. Las iglesias de los pobres, las iglesias de los que no han tenido voz, las iglesias de los que están al margen, las iglesias de los desconocidos. Estas son las iglesias que están creciendo. Estas iglesias no son perfectas. Pero tengo esperanza en el 2018 porque veo que Dios sigue levantando su iglesia a través del mundo.
Estas iglesias están al margen de sus sociedades. Estas iglesias no tienen poder económico, político o social. En muchos países estas iglesias son perseguidas o marginadas. Sin embargo, Dios está obrando y estas iglesias y estos creyentes están siguiendo fielmente a Cristo Jesús.
Por varios siglos las iglesias en occidente han puesto mucha de su esperanza y expectativa en la influencia que tenían y en su capacidad de “cristianizar” la sociedad. Todavía existen iglesias y líderes que sueñan con estar al centro del poder e influencia social. Creen que pueden “regresar” al país hacia Dios por medio de leyes y controles. Las guerras culturales de EEUU muchas veces tienen que ver con el poder humano y no con el poder transformador del Espíritu Santo.
Esas luchas seguirán durante el 2018. Y algunos estarán contentos cuando se logre alguna victoria. Pero sé que las victorias políticas de hoy se pierden mañana. Sin embargo, mientras siguen esas luchas, el Espíritu Santo está obrando entre los que no tienen poder humano. Se sigue predicando el evangelio, personas se siguen convirtiendo, enfermos siguen sanando, vidas siguen siendo transformadas.
Tengo esperanza porque veo a Dios obrando de muchas maneras y en muchos lugares alrededor del mundo.
¿Qué le da esperanza a usted en este 2018?