Mi encuentro con Danielle y Atenea…

De visita en Burlington, Ontario (Canadá) (por aquellos de las asignaciones para predicar), me encontré con Danielle Joworski, joven escritora que se ha tomado el deber de publicar un libro que sirva de inspiración a las mujeres y niñas de nuestra generación. Sobre sus posibilidades, aspiraciones, sueños y metas en la vida. El título del libro es de por sí un reto y una invitación al descubrimiento: “Los prodigios de ATENEA empoderamiento de las mujeres empoderamiento de niñas”

Y se utiliza desde el título mismo la palabra nueva adoptada por la academia de la lengua: empoderamiento. Que viene del inglés y que tiene que ver con autodeterminación y capacidad de llevar acciones hacia una meta con poder y autoridad.

Danielle es joven y a lo mejor consigue conectar con la nueva generación de mujeres que buscan no solo ser alguien, pero ser alguien con reconocimiento y sentido de realización en la vida.

La lucha (y la brecha) entre hombres y mujeres se ha acortado en cuanto a la participación de la mujer en todas las esferas de la vida. Pero quedan trechos por recorrer aún. Por eso todas las ayudas (y que vengan de mujeres) son bienvenidas en el camino que queda por recorrer.

Le damos la bienvenida a Danielle Joworski entre los autores que hombres y mujeres deben leer para entender su entorno y aprender a ser mejores personas.

 

De paso: ATENEA “en la mitología griega, Atenea o Atena (del griego ático Ἀθήνα, transl. Athēnē, o Ἀθηναίη, Athēnaiē), también conocida como Palas Atenea (Παλλὰς Ἀθήνα) es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad. Una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos, Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la Península Ibérica y el norte de África. Su presencia está atestiguada hasta en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó muchas formas e incluso tuvo una extensión considerable hasta el punto de que su figura fue sincretizada con otras divinidades en las regiones aledañas al Mediterráneo. En la mitología romana se la adoraba con el nombre de Minerva” (fuente: Wikipedia).