Los atletas vicarios.

Mas de 100 millones (en Los Estados Unidos) miran por la televisión lo que se llama el Súper Bowl (o súper tazón como lo han definido los comentaristas deportivos hispanos) y que es la final del futbol americano. Y hay varias decenas de países y de millones de personas que siguen este juego alrededor del mundo. Los millones de dólares en publicidad son también varios millones de dólares.

Antes fue la “serie mundial de béisbol y ahora seguirá la final del basquetbol profesional. Y los millones de espectadores y de dólares se seguirán multiplicando.

En Junio, será el campeonato mundial de fútbol que se juega en Rusia y significa que en la mitad del mundo, la vida se paraliza a ciertas horas cuando se juegan los partidos en que juegan la mayoría de los países del mundo.

Antes han sido los juegos olímpicos. Y los millones siguen sumando.

¿Por qué la fascinación con los deportes profesionales y sus atletas que ganan cifras estratosféricas que nadie “normal” puede siquiera soñar?

Puede el deseo vicario y nuestra enciclopedia virtual Wikipedia nos define el término: Se denomina vicario a la persona que ejerce las funciones de otra, en todo o en parte por delegación y nunca con carácter propio; la sustituye por tiempo indefinido o determinado. De forma más sencilla se puede decir que un vicario es aquél que toma el lugar de otro, el suplente, el sustituto.  Y los que siguen fanáticamente un equipo deportivo o sus atletas ejercen ese estado vicario en que se ven representados en esos representantes míticos que si ganan en forma real dineros que se cuentan en millones de moneda dura.

No criticamos los deportes profesionales ni a sus deportistas. Sí lo hacemos con aquellos que pierden el sentido de la realidad y viven y penan con esos nombres que aparecen todos los días en todo tipo de noticias con sus vidas, fantasías y escándalos que llenan la agenda de noticieros y redes sociales.

Cosa curiosa, en la Biblia se habla de un ejemplo vicario que nos beneficia a todos: tiene que ver con la vida y el sacrificio de un hombre que además era Dios y que eligió morir para beneficiar con su muerte a los que se acogieran a su perdón y vida sustitutoria  por los pecadores ante un Dios que no acepta vidas imperfectas y limitadas como lo son las nuestras.

Un sacrificio vicario en que los arrepentidos estaban representados. Podría ser tu caso. Pero para ello tienes que reconocer tus faltas y pecados y acogerte a la gracia del Creador.

(Guillermo Serrano, 5 de febrero, 2018).