El Umami es una sazonador sintético que no es dulce, ni salado, ni ácido ni amargo. Es el «quinto sabor» que se convirtió en un negocio millonario.
A la hora de sazonar la comida, cocineros en unos 130 países usan algo muy parecido a la sal, pero que sabe muy distinto. Su formulación química le da el nombre de glutamato monosódico (C5H8NO4Na), adoptando la forma de sazonador comercial como Umami. Además de los sabores dulce, salado, ácido y amargo, podemos percibir el «quinto sabor» de textura terrosa, asociada más a la carne que a la fruta. Aunque se sospecha de que en ciertas dosis podría ser nocivo, e incluso adictivo, el sintético Umami ha hecho millonario a su inventor. Al parecer los seres humanos estamos dispuestos a correr ciertos riesgos, con tal de experimentar nuevos placeres.