Colombia se enfrenta a un proceso de paz que pudiera abrir viejas heridas del pasado o transformar su sociedad con Justicia y Gracia.
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC firmaron recientemente un acuerdo de cese de hostilidades, tras cincuenta y dos años de conflicto armado. El acuerdo bilateral y definitivo se firmó en La Habana, Cuba, donde se afirmó la intención de los participantes a llevar este acuerdo hasta el final. Mientras, se crea un temario de negociación que implica la entrega de armas, liberación de rehenes y presos políticos y de reinserción social de los más de siete mil guerrilleros, Colombia se enfrenta a un proceso de paz que pudiera abrir viejas heridas del pasado. Consideramos que se requiere en un proceso de reconciliación nacional de tal magnitud y si el Evangelio ofrece algunas claves sobre como establecer verdadera justicia al tiempo que se perdona y restauran las heridas y el daño de ideologías políticas llenas de odio.