Llegaron para quedarse. Me refiero a los nuevos estilos de vida. Los ejemplos están ahí: solteros que se quedan, así, solteros. Los casados que no tienen hijos. Aquellos que no se entran al matrimonio, pero conviven y en algunos casos por años. Los que estudian carreras largas y costosas en alguna universidad y que luego trabajan en cuestiones que no tienen nada que ver con lo estudiado. Y tenemos que aceptarlo.