Todas las religiones tienen sus mandamientos y órdenes de sus ceremonias que deben seguirse sin desviarse. So penas disciplinarias de los que ejercen el poder religioso. No existe un consenso académico sobre qué precisamente constituye una religión.1​2​3​ Puede definirse como un sistema cultural de comportamientos y prácticas, cosmovisiones, ética y organización social, que relaciona la humanidad a una categoría existencial.nota 1​ Muchas religiones tienen narrativas, símbolos e historias sagradas que pretenden explicar el sentido de la vida o explicar el origen de la vida o el universo. A partir de sus creencias sobre el cosmos y la naturaleza humana, las personas pueden derivar una moral, ética o leyes religiosas o un estilo de vida preferido. Según algunas estimaciones, existen alrededor de 4200 religiones vivas en el mundo e innumerables extintas.4​5​

Muchas religiones pueden haber organizado comportamientos, clero, una definición de lo que constituye la adhesión o pertenencia, lugares santos y escrituras. La práctica de una religión puede incluir rituales, sermones, conmemoración o veneración (a una deidad, dioses o diosas), sacrificios, festivales, festines, trance, iniciaciones, oficios funerarios, oficios matrimoniales, meditación, oración, música, arte, danza, servicio comunitario u otros aspectos de la cultura humana. Las religiones pueden contener una mitología.6​

La palabra religión se utiliza en algunas ocasiones como sinónimo de fe, sistema de creencias o a veces un conjunto de deberes;7​ sin embargo, en las palabras de Émile Durkheim, la religión difiere de la creencia privada en que se trata de «algo eminentemente social».8​ Una encuesta mundial de 2012 reporta el 59 % de la población mundial como «religioso» y el 36 % como no religiosos (incluido el 13 % de ateos), con una disminución de 9 puntos porcentuales respecto a la creencia religiosa del 2005.9​ En promedio, las mujeres son «más religiosas» que los hombres.10​ Algunas personas siguen múltiples religiones o varios principios religiosos al mismo tiempo, independientemente de si la tradición de los principios religiosos que siguen permite el sincretismo o no.