05 de octubre del 2025
Romanos 12:9-21
LA PACIENCIA ES PARTE DEL PLAN
“Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar”. Romanos 12:9-21
Romanos 12:12 DHH En un tiempo donde la fe muchas veces se presenta como un camino de éxito y bienestar inmediato, estas palabras de Pablo suenan fuera de lugar. Hablan de sufrimiento, de espera, de paciencia… ¡todo lo contrario a la gratificación instantánea que tanto se promueve! Pero Pablo no es un pesimista. Es un realista lleno de esperanza. Él sabe —y quiere que también lo recordemos— que en este lado de la historia, antes del regreso de Cristo, Dios puede incluir en su propósito para nosotros el sufrimiento, la espera, el dolor… y también la oración perseverante. Y eso no es un castigo, es una oportunidad: crecer en dependencia, profundizar en la fe, anclar el alma en una esperanza que no se mueve con las circunstancias. La paciencia no es resignación. Es fuerza quieta. Es fe que resiste. Y la oración constante es ese lazo invisible que nos sostiene cuando el suelo parece tambalear. Nada de lo que Pablo escribe aquí es ajeno a Jesús. ¿Quieres un modelo de esperanza alegre? Míralo a Él. ¿Un ejemplo de sufrimiento con valentía? Mira la cruz. ¿Un testimonio de oración perseverante? Mira su vida en soledad, en el Getsemaní, en la madrugada. Por eso, en estos tiempos tan frágiles, fija tu mirada en Cristo. Porque en medio de todo lo que cambia, Él sigue siendo tu esperanza. Y sí, todavía es posible vivir alegres… cuando sabemos en quién confiamos.
Señor, enséñanos la importancia de la paciencia. Ayúdanos a soportar las pruebas con gracia, y fortalece nuestra fe y confianza en tu tiempo perfecto. En el nombre de Jesús, Amén.