06 de octubre del 2025
Proverbios 4:1-9
ANTES QUE NADA
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia”. Proverbios 4:7
Hay cosas que damos por sentado. Buscamos conocimiento cuando estudiamos, capacitación cuando comenzamos un nuevo trabajo, orientación financiera cuando queremos comprar una casa o invertir. Es normal. Pero ¿con cuánta urgencia buscamos la sabiduría de Dios? Proverbios no deja espacio para dudas: “Sabiduría ante todo…” Es decir, no hay nada más valioso que esto. Podemos poseer muchas cosas —tiempo, recursos, experiencia— pero si no tenemos sabiduría, no sabremos cómo usarlas. Y si tenemos sabiduría, incluso lo poco que tenemos puede rendir frutos eternos. El sabio no es solo quien sabe mucho, sino quien ha aprendido a ver la vida desde la perspectiva de Dios. Y eso requiere humildad: reconocer que no basta con nuestra lógica o experiencia, sino que necesitamos la mente del Señor para caminar con propósito. Jesús mismo nos lo enseñó: el reino de Dios es como un tesoro escondido. Quien lo encuentra, vende todo con tal de poseerlo. Así debe ser nuestra búsqueda de la sabiduría divina: intensa, decidida, gozosa. Hoy, pregúntate: ¿Qué valor le estás dando a la sabiduría de Dios? ¿La estás buscando como quien busca un tesoro… o la estás dejando al final de tu lista? Haz de la sabiduría tu prioridad. Porque en ella no solo encuentras respuestas, encuentras al Dios que camina contigo.
Padre Celestial, enséñanos a actuar con sabiduría y entendimiento. Ayúdanos a comunicarnos con claridad y promueve la armonía a través de una comunicación sabia. En Jesús, Amén.