Efesios 2:1-10

SALVACIÓN ETERNA

“Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios”. Efesios 2:8

Dios, en su amor y bondad, nos ha dado el regalo más hermoso que podamos jamás recibir, la vida eterna. Lamentablemente, muchas personas tienen una comprensión equivocada de lo que es la salvación. Hay quienes la confunden con la pertenencia a una confesión religiosa. En los últimos años se ha popularizado mucho la idea de que la salvación es sinónimo de prosperidad material. En Efesios 2:8-9, tenemos el entendimiento correcto de lo que es la salvación: Primero, la salvación es creer y confiar solamente en Jesucristo como nuestro Salvador personal (Hechos 4:12). Ese es el motivo precioso de la venida de Cristo a este mundo. Él es el único camino al Padre, de modo que si no es a través de él no hay posibilidad de salvación. En segundo lugar, la salvación se alcanza sólo por la gracia de Dios. Aunque estemos acostumbrados a lograr las cosas por nosotros mismos, la salvación no llega por méritos humanos. No tenemos nada que ofrecer a cambio de nuestra redención. “No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada” (Efesios 2:9). Y, en tercer lugar, la salvación requiere un arrepentimiento sincero. La Biblia enseña que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Por lo tanto, sin reconocimiento de los pecados y arrepentimiento sincero no puede haber perdón de los pecados (Rom. 10:9-10).

Reconocemos, Señor, que hemos pecado y necesitamos de ti, sólo tú eres el camino a la salvación y vida eterna. Perdona nuestras faltas y transfórmanos para tu gloria. Por el amor de Cristo Jesús, amén.