14 de noviembre del 2024
1 Reyes 19:1-10
LUGAR DE DESCANSO
“Elías se dio cuenta de que corría peligro, y para salvar su vida se fue a Beerseba…, y allí dejó a su criado”. 1 Reyes 19:3
¿Qué cosas le hacen querer escapar? A veces simplemente es el hastío y el agotamiento de un trabajo o un estilo de vida. En otras puede ser la reacción feroz de quienes envidian nuestros triunfos y puede parecer más fácil huir. Tal vez le abrume un futuro que parece tan incierto o la incapacidad de continuar un día más en una relación difícil. Cualquiera que sea el motivo, al huir de nuestros desafíos a menudo nos perdemos las lecciones que Dios quiere que aprendamos de su control soberano sobre las cosas. En este pasaje, Elías acaba de terminar un avivamiento exitoso. Los falsos profetas de Baal han sido derrotados y el pueblo de Israel ha declarado su lealtad al Dios verdadero. Dios ha respondido a las oraciones de Elías para que ponga fin a la sequía devastadora. Pero en lugar de descansar confiadamente en el Señor, quien había obrado de una manera poderosa, Elías huyó. Es una bendición saber que no hay ruta de escape cuando queremos escondernos de Dios. El Señor se acerca a Elías con una simple pregunta: “¿Qué haces aquí, Elías?”, y calma el dolor y el miedo de Elías con la promesa de su presencia. ¿Y acaso él no hace lo mismo al acercarse personalmente a nosotros a través de Cristo? Cuando estés agotado y te sientas tentado a huir, deja que la presencia de Cristo te lleve de regreso a casa para descansar en él.
Padre celestial, toma mi mano. Estoy cansado y débil y a veces tengo miedo, pero confío en tu presencia poderosa. En el nombre de Cristo, Amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.