02 de abril del 2024
Salmo 145:1-7
ALGO DE QUÉ HABLAR
“De padres a hijos se alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos”. Salmo 145:4
¡Qué bendición es poder escuchar las buenas nuevas del evangelio de Cristo contadas en el hogar por gente mayor! He estado en hogares donde se habla de historias de apariciones fantasmales y relatos inverosímiles, pero casi nada de valor que pueda preservarse para bien de las generaciones futuras. Por eso es refrescante saber que hay gente en la familia que puede hablar de la maravillosa experiencia de tener a Dios en su vida. El salmista llama a cada generación a testificar a sus descendientes de las obras de Dios. Es un don precioso cuando los abuelos pueden participar activamente en la vida de sus nietos. Esto es aún más cierto cuando comparten su legado de fe con las siguientes generaciones. Los abuelos tienen un papel único y pueden ser muy influyentes en la vida de sus nietos. A veces somos tímidos a la hora de compartir lo que Dios ha hecho por nosotros. No queremos ser inoportunos con los demás ni exponernos a las críticas. Pero nuestras historias sobre la fidelidad de Dios están saturadas con el poder del Evangelio. Muestran cómo Dios nos ha amado y cómo ha caminado a nuestro lado en todo momento. Puede que no tengamos una historia dramática como la de Pablo en el camino de Damasco, pero podemos hablar del Dios bondadoso que nunca nos abandona. No pierdas la oportunidad de contar tus historias. Habla de cómo Dios actúa en tu vida.
Señor, danos las palabras para compartir las historias de tu fidelidad en nuestras vidas. Ayúdanos a inspirar a la próxima generación a caminar contigo. En el nombre de Jesús, Amén.
Mark Twain dijo, “Muchas personas se molestan por esos pasajes de la Escritura que no entienden, pero los pasajes que me molestan son esos que sí entiendo.” En otras palabras, tratar de vivir por lo menos con los mandamientos más básicos de la Biblia puede ser abrumador. En las clases prematrimoniales nosotros alentamos a las parejas a comenzar por las cosas que son claras: amarse el uno al otro, perdonarse el uno al otro, cuidarse mutuamente, apoyarse mutuamente, llevar las cargas el uno del otro. Nosotros animamos a la gente a ver las maneras en que Dios nos llama a interactuar con todos los “unos a otros” en nuestras vidas. Es muy claro que Dios se preocupa profundamente por nuestras relaciones. Una vez que comenzamos a entender nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, el próximo paso es amar a nuestro prójimo. Jesús nos dice en Mateo 22:37-38 que el primer mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Y el segundo es similar: nuestro amor por Dios debe llegar a nuestro prójimo. Esperamos que ustedes sean animados a dejar que el amor de Jesús fluya en todas sus relaciones. Él tiene el poder para cambiar los corazones.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster sienten pasión por los matrimonios, las familias y el crecimiento espiritual en el hogar. Ambos trabajan en la Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte. Steven y Deb Koster tienen tres hijos.