01 de abril del 2024
Levítico 25:14-19
CUANDO DIOS HABLA DE NEGOCIOS
“No abuse nadie de nadie. Muestren reverencia por su Dios, pues yo soy el Señor su Dios. Levítico 25:17
Cuando se compra una casa o un coche se puede sentir algo de temor. Hay mucho dinero en juego y queremos estar seguros de que el vendedor no esconde algo. En Levítico 25, Dios habla de negocios. A través de Moisés, Dios instruye a su pueblo sobre la compra y venta de los bienes que les ha dado. La clave, dice Dios, es evitar aprovecharse unos de otros por temor a él. La forma en que nos tratamos unos a otros es importante para Dios y es un reflejo de nuestra relación con él. No podemos amar a Dios sin considerar también lo que es mejor para los demás. Sin embargo, es fácil dar por sentado que nos tratamos bien. Los niños creen que su mamá siempre estará disponible para llevar a la escuela el desayuno o la tarea que olvidaron. Los cónyuges hacen suposiciones sobre quién debe pagar las cuentas o tener la cena lista. Esperamos que los demás estén siempre ahí para satisfacer nuestras necesidades o que la gente tenga lo que se merece. Si no se esfuerzan más o no saben hacerlo mejor, merecen pagar un precio más alto o quedarse sin nada. Pero Dios nos dice que tratemos bien a los demás en honor a Él. Puede que pensemos que los demás no merecen nuestra consideración o no se han ganado nuestro respeto, pero el amor que Dios nos tiene nos exige ver a los demás como él los ve. ¿Quién necesita hoy una nueva mirada suya?
Señor, ayúdanos a ver a los demás a través de tus ojos y a tratarlos con respeto gracias a ti. Danos la gracia de superar nuestro egoísmo y de honrarte en nuestras relaciones. Amén.
Mark Twain dijo, “Muchas personas se molestan por esos pasajes de la Escritura que no entienden, pero los pasajes que me molestan son esos que sí entiendo.” En otras palabras, tratar de vivir por lo menos con los mandamientos más básicos de la Biblia puede ser abrumador. En las clases prematrimoniales nosotros alentamos a las parejas a comenzar por las cosas que son claras: amarse el uno al otro, perdonarse el uno al otro, cuidarse mutuamente, apoyarse mutuamente, llevar las cargas el uno del otro. Nosotros animamos a la gente a ver las maneras en que Dios nos llama a interactuar con todos los “unos a otros” en nuestras vidas. Es muy claro que Dios se preocupa profundamente por nuestras relaciones. Una vez que comenzamos a entender nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, el próximo paso es amar a nuestro prójimo. Jesús nos dice en Mateo 22:37-38 que el primer mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Y el segundo es similar: nuestro amor por Dios debe llegar a nuestro prójimo. Esperamos que ustedes sean animados a dejar que el amor de Jesús fluya en todas sus relaciones. Él tiene el poder para cambiar los corazones.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster sienten pasión por los matrimonios, las familias y el crecimiento espiritual en el hogar. Ambos trabajan en la Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte. Steven y Deb Koster tienen tres hijos.