2 Pedro 1:3-11
SIEMPRE OCUPADO
“Si ustedes poseen estas cosas y las desarrollan, ni su vida será inútil ni habrán conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo”.2 Pedro 1:8
La ociosidad es la peor forma de desperdiciar el tiempo y de desaprovechar las oportunidades que Dios nos da. ¿Cómo es posible que tantas personas, sobre todo, jóvenes, vivan vidas improductivas e inútiles? ¡Hay que despertar y cambiar de actitud! Dios no nos ha hecho para ser criaturas ociosas, ni siquiera en la eternidad como algunos piensan.
El apóstol Pedro tampoco considera que la vida cristiana sea para gente ociosa. Los creyentes son llamados a experimentar un crecimiento espiritual constante, y esto es algo que no va a caer del cielo, por así decirlo. Se logra con la ayuda del Espíritu Santo, es cierto, pero requiere nuestra cooperación activa. “Y por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor” (2 Pedro 1:5-7). Es como una escalera, no para ganarnos el cielo, sino para reflejar en la tierra que no hemos conocido a Cristo en vano.
¿Qué tan en serio toma usted los llamados para comprometerse con Cristo e involucrarse más en el trabajo de la iglesia? Es algo muy precioso ver en el cuerpo de Cristo miembros que cumplen la función que Dios les ha encomendado. ¡Son lámparas que brillan y árboles que dan fruto!
Padre, mueve cada día mi corazón para ocuparme en conocerte más y vivir para ti. En el nombre de Jesús, Amén.