25 de mayo del 2023
Salmo 128:1-6
FELICIDAD DE LA FAMILIA UNIDA
“Después les dijo: Miren, a ustedes les doy todas las plantas de “Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien”.Salmo 128:1-2
Los Salmos 127 y 128 hablan de las cuatro etapas de la familia: la familia basada en Dios; la familia que recibe a los hijos como herencia de Dios; la familia que continúa junta alrededor de una mesa, disfrutando del fruto de su trabajo; y la familia que se multiplica, dejando a las generaciones futuras una descendencia santa. No podemos construir nuestra felicidad sobre los escombros de nuestra familia. Ningún éxito compensa el fracaso de la familia. El mayor activo que tenemos es nuestra familia. Un matrimonio feliz vale más que cualquier fortuna; una familia unida vale más que cualquier riqueza. La herencia del Señor no son las cosas, sino los hijos. El testamento más valioso que podemos legar es una familia que honra al Señor. El hombre feliz es aquel que dedica lo mejor de su tiempo a su familia porque de esa manera honra al Señor. El hombre feliz es aquel que tiene espacio en su agenda para cultivar relaciones profundas dentro del hogar. El hombre feliz es el que ve a su mujer como una vid fructífera y a sus hijos como retoños de olivo alrededor de la mesa. ¡Qué imagen más poderosa para hablar de la familia de quienes temen al Señor! ¿Se parece más la intimidad de su hogar a un ambiente de paz o una zona de combate? Cuando usted decide honrar a Dios en su hogar siempre le tendrá a él como aliado.
Santo Padre, nuestro hogar anhela gozar de tu amor. Danos, pues, más unión, más alegría, más cariño, más fidelidad, más perdón, más dulzura. Por Cristo, amén.
¿Eres una persona alegre? ¿Eres una persona feliz? El gozo es un mandato de Dios. La Biblia dice: “Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense!”. Incluso el ateo puede ser feliz cuando todo va bien. Pero puedes estar alegre a pesar de las luchas de la vida. Eso es porque la verdadera alegría no es solo la presencia de cosas buenas o la ausencia de problemas. La verdadera alegría es una persona. La verdadera felicidad solo se encuentra en Jesús. Mucha gente usa cualquier pretexto para festejar en una forma que, en lugar de darle la verdadera felicidad, arruina su vida. Fiestas con alcohol, sexo y baile son solo formas en que intentamos llenar un vacío que solo se puede llenar con Dios. La verdadera fiesta es la que ofrece Cristo porque continúa en el cielo, es eterna. Por eso deseo que cada día de este mes recuerdes que es posible ser feliz, independientemente de las circunstancias. Dios está íntimamente comprometido con tu felicidad. Búscalo y aprovéchalo en el nombre de Jesús. Feliz siembra para ti. Y que la cosecha sea abundante, para la gloria del Señor.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes Viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.