Efesios 5:15-20
FIESTA DE LA FALSA FELICIDAD
“No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno; al contrario, llénense del Espíritu Santo”.Efesios 5:18
El carnaval es la mayor fiesta popular brasileña. Patrocinado con fondos públicos y promovido por autoridades políticas, este festival atrae a millones de turistas de todo el mundo. Carros que desfilan llenos de exuberantes decoraciones llenan las principales avenidas de las grandes ciudades.
Escuelas de samba al ritmo de la batucada desfilan ante la euforia de una multitud sedienta de placer. El carnaval es la fiesta de las máscaras. Es la fiesta de la borrachera. El carnaval es el vano esfuerzo del hombre por encontrar alegría donde sólo hay cenizas de frustración. La alegría que promueve el carnaval tiene un sabor amargo. En el escenario de esta fiesta se sacrifica la decencia, se instaura una permisividad desenfrenada y se conspira contra los valores que deben regir una familia digna.
Arrullados por espectáculos alucinantes, las multitudes saltan y bailan, animadas por un júbilo mundano, pero la gente termina esta fiesta con el corazón más vacío, y con la plena certeza de que han ofendido al Dios de los cielos. El carnaval, de hecho, es una fiesta donde la verdadera alegría no encuentra espacio en la pasarela. Dios nos ofrece una verdadera llenura, la de su Santo Espíritu que se agrada en hacer de nuestros cuerpos un templo santo. Solo por medio de él encontramos la paz y la tranquilidad que nuestras almas ansían.
Bendito Dios, transforma los corazones de quienes intentan calmar su aflicción con los excesos de una celebración vacía. Dales razón para vivir en Cristo. En el nombre de Jesús, Amén.
¿Eres una persona alegre? ¿Eres una persona feliz? El gozo es un mandato de Dios. La Biblia dice: “Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense!”. Incluso el ateo puede ser feliz cuando todo va bien. Pero puedes estar alegre a pesar de las luchas de la vida. Eso es porque la verdadera alegría no es solo la presencia de cosas buenas o la ausencia de problemas. La verdadera alegría es una persona. La verdadera felicidad solo se encuentra en Jesús.
Mucha gente usa cualquier pretexto para festejar en una forma que, en lugar de darle la verdadera felicidad, arruina su vida. Fiestas con alcohol, sexo y baile son solo formas en que intentamos llenar un vacío que solo se puede llenar con Dios. La verdadera fiesta es la que ofrece Cristo porque continúa en el cielo, es eterna. Por eso deseo que cada día de este mes recuerdes que es posible ser feliz, independientemente de las circunstancias. Dios está íntimamente comprometido con tu felicidad. Búscalo y aprovéchalo en el nombre de Jesús. Feliz siembra para ti. Y que la cosecha sea abundante, para la gloria del Señor.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes Viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes Viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.