13 de agosto del 2022
Romanos 1:8-15
DISPONIBILIDAD PARA PROCLAMAR
“Por eso estoy tan ansioso de anunciarles el evangelio también a ustedes que viven en Roma”.
Romanos 1:15
En su carta a los Romanos, el apóstol Pablo expone las grandes doctrinas de la gracia, es decir, el evangelio. Después de afirmar que era un deudor del evangelio, ahora dice que está listo para difundir el evangelio. Su disposición era independiente de las circunstancias, porque predicaba a tiempo y fuera de tiempo, con buena salud o enfermo, en la cárcel o en libertad, en abundancia o escasez, en tiempos de paz o días de persecución.
Pablo estaba ansioso por ir a Roma para compartir el evangelio con esos hermanos y ser enviado por ellos a España, para llevar el evangelio a los confines del Imperio Romano. El evangelio era como un fuego que ardía en su pecho. Era imperativo predicar. Pablo no consideraba la vida preciosa para él mientras pudiera cumplir su misión de testificar el evangelio de la gracia. Incluso en la sala de espera de su martirio, su propósito no era salvar su propio pellejo, sino luchar para que, a través de él, la predicación pudiera llevarse a cabo plenamente.
Que Dios encienda nuestros corazones para que tengamos la misma disposición de Pablo para anunciar el evangelio. Que nuestros pasos nunca sean lentos. Que nuestras rodillas nunca tiemblen. Que nuestras manos nunca se debiliten. Que nuestros labios nunca enmudezcan ante aquellos que nos pregunten qué deben hacer para ser salvos.
Padre, prepara nuestras vidas para ser testigos tuyos donde quiera que vayamos. Por Jesús oramos, amén.
Nos complace presentar a nuestros lectores, el devocional Cada día de agosto del 2022. Creemos que es un tiempo propicio para recordar a la iglesia la importancia de la misión. El evangelio son las buenas nuevas del cielo a la tierra, las mejores y más grandiosas noticias de Dios para los hombres. Estamos convencidos de que su corazón arderá con estas sublimes verdades que emanan de la palabra de Dios. Esperamos que sus ojos se abran para contemplar la incomparable grandeza de nuestro glorioso Salvador. Tenemos el ardiente deseo por que tus pies se apresuren y tus labios se abran para anunciar a tiempo y fuera de tiempo, en el poder del Espíritu, este mensaje que convence y salva al pecador. Lea y medite en cada mensaje. Absorba con vivo interés esta palabra de vida. Proclame con un sentido de urgencia el poderoso evangelio, el evangelio de nuestra salvación. No apagues la voz. ¡Predica este evangelio aquí, allá y más allá!
Hernandes Dias Lopes
Hernandes Dias Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes Viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.