Malaquías 3 :6-12
¿ES USTED UN MIEMBRO QUE DIEZMA?
“Traigan su diezmo al tesoro del templo… Pónganme a
prueba en eso”.
Malaquías 3:10
Este es, sin duda, otro tema que pone la piel de gallina en el corazón (y en el bolsillo) de algunos creyentes en el Señor Jesús: el diezmo. No debería serlo, pero lo es. La palabra del Señor es clara y viene acompañada de un reto propuesto por Dios mismo: “ Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición”.
Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil aceptar que todo lo que poseen les ha sido dado por Dios, que sólo exige que le devuelvan el 10%. Obsérvese que el Señor de los ejércitos no acepta la negociación y es inflexible en esta narración que se encuentra en el capítulo 3 de Malaquías. “Porque yo Jehová no cambio” dice el Señor. Y esto lleva al temible juicio que se lee en el versículo siguiente: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas”.
Aunque existen creyentes que piensan que el diezmo fue abolido con la ley, lo cierto es que esta práctica antecede a la ley. Hoy te propongo un reto: Cuando recibas tu salario no dejes el diezmo para el final. Da lo mejor de ti y de tus bienes y no el resto o lo que queda de ellos. Y Dios mantendrá tus graneros siempre llenos.
Querido Dios, quiero ser fiel a ti con lo que tú me has dado. No permitas que el materialismo y egoísmo llenen mi corazón. En el nombre de Jesús, amén.