Deuteronomio 7:1-11
MALAS NOTICIAS, BUENAS NOTICIAS
“Debes destruirlas por completo... No te unas en
matrimonio con su gente”.
Deuteronomio 7:2-3
Cuando se trata de textos bíblicos como éste, hay una pregunta que se nos viene a la mente: ¿quería Dios realmente que Israel destruyera a los cananeos? Que les mandara que no sirvieran a otros dioses tiene sentido, pero ¿por qué destruir a los adoradores de los otros dioses sin piedad? Las personas son personas, sin importar quiénes sean. ¿Acaso no Dios mismo nos enseña a amar a nuestro prójimo?
La Biblia, sin embargo, nos habla acerca de las cosas, incluyendo las personas, desde el punto de vista divino, no el humano. Este pasaje habla de la adoración al Dios verdadero, que conduce a la vida y que no debe ser corrompida, y la adoración a dioses falsos que conduce a la muerte. Y dado que Dios siempre viene en primer lugar este pasaje se alinea con la adoración verdadera. Pero, ¿por qué destruir a los adoradores de otros dioses? Dios no quiere que los malvados mueran, sino que se aparten del mal (Ezequiel 18:23 y 32).
Una verdad Bíblica, aún si no satisface nuestras preguntas es que todos merecemos morir porque somos pecadores (Romanos 6:23). Tarde o temprano, no importa quiénes somos, moriremos. Esa es la mala noticia. La buena noticia, es que Dios ha vencido al enemigo por medio de Jesucristo que fue enviado a pagar por nuestros pecados. Cuando adoramos al único Dios Verdadero, aunque muramos, viviremos con El para siempre.
Oh Señor, rogamos por todos los que adoran a dioses falsos, que sean atraídos a ti por tu Santo Espíritu. En el nombre de Jesús, amén.