28 de septiembre del 2021
Santiago 3:1-12
BOSQUES, CHISPAS Y SABIOS DISCURSOS
“…¡Qué bosque tan grande puede quemarse por causa de un pequeño fuego!”.” Santiago 3:5
Santiago es una persona práctica cuyo mensaje está lleno de imágenes. En este pasaje sobre el discurso sabio, habla de entrenar caballos, pilotar barcos, provocar incendios forestales, domesticar animales, probar manantiales de agua y comparar árboles frutales. La variedad de imágenes nos ayuda a explorar la importancia del discurso sabio desde varios ángulos.
Una simple frase fuera de lugar o mal entendida en una conversación puede provocar una reacción dolorosa e inmediata que destruye la confianza y las relaciones. Es como un gran incendio forestal que arde con una chispa pequeña. A veces puede resultar más seguro no decir nada para evitar problemas, pero el mensaje de Santiago es que nuestro discurso puro es necesario para crear una comunidad que refleje a Cristo.
Los expertos forestales a veces dirán que un incendio puede ser necesario para romper las vainas de semillas y alimentar el suelo con los nutrientes de las cenizas. A veces también pueden ser necesarias conversaciones largas y difíciles, pero aun así debemos ser sabios. Nuestro discurso no debería intentar cultivar nuestra propia reputación como críticos sagaces o para tomar actitudes partidistas. La única forma de saber lo que realmente se necesita decir es permanecer arraigado y conectado con Cristo a través del Espíritu y la Palabra.
Señor, Ayúdanos a saber cómo y cuándo hablar para que nuestras palabras traigan paz y sanidad. Por Jesucristo, Amen
Árboles. Probablemente haya alguno que signifique algo importante en su vida. O tal vez en la vida de su país. De cualquier forma, la historia de la humanidad, tal y como la Biblia la cuenta, gira alrededor de muchos árboles que nos ayudan a comprender el carácter y la obra de Dios a lo largo de la historia. Nuestra tragedia comienza con la desobediencia al mandato de Dios de no comer de un árbol. En la consumación, Dios nos reitera su amor y constancia al permitirnos comer del fruto del árbol de la vida. Pero en el centro de toda esa historia, la madera de otro árbol sirvió de instrumento para que Jesús ofreciera su vida por nosotros, y, de ese modo, hacer posible la redención de su pueblo. Espero que los devocionales de este mes que nos hablarán de esos y otros árboles, sirvan de edificación para sus vidas.
Julia Prins Vanderveen
Julia Prins Vanderveen trabaja y vive en Vancouver, con su esposo, Trevor, y sus tres hijos. Julia ha servido junto con Trevor en la Iglesia en su ciudad, y trabaja como maestra de humanidades en una escuela cristiana.