Salmo 34:4-14
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
“Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré”. Salmo 34:11
Tal vez la palabra “temor” te suene un poco dura. Pero en la Biblia, no significa tenerle miedo a Dios como si fuera alguien cruel o lejano. Más bien, se trata de tener un respeto profundo y un corazón dispuesto a obedecerlo, porque sabemos que Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros. El temor de Dios es parecido a lo que sentimos hacia un buen padre: sabemos que nos ama, pero también que merece nuestro respeto. Esa es la actitud correcta delante de Dios, y la base de una vida sabia.
La Biblia nos muestra que Dios no es solo nuestro Padre, también es el Creador del universo y Juez justo. No podemos tratarlo como alguien cualquiera, ni como si estuviera ahí solo para cumplir nuestros deseos. A veces, actuamos como niños rebeldes: queremos que Dios nos dé lo que pedimos, y si no lo hace, nos enojamos o nos alejamos de Él. Pero Dios no se deja manipular. Y aun así, nos sigue amando.
Jesús fue a la cruz por todas las veces que le hemos fallado a Dios. Gracias a Él, podemos tener una relación nueva con el Padre: una relación de amor, perdón y confianza. Dios quiere que lo conozcas tal como es: justo, sabio, poderoso… y lleno de amor. No es alguien a quien debas temer con terror, pero tampoco alguien a quien debas tomar a la ligera. Temer a Dios es reconocer quién es Él… y confiar en su cuidado. Esa es la verdadera sabiduría.
Ayúdanos, Padre, a crecer en amor y honor hacia ti. Permite que mi sabiduría se cimente en el temor a ti. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.