Mateo 6:5-15

UN PADRE QUE ESCUCHA

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Mateo 6:6

Jesús nos invita a tener una relación cercana y amorosa con Dios como nuestro Padre. Ese privilegio se revela de manera especial en la forma en que Él nos enseñó a orar. Dios es todopoderoso, sostiene el universo entero en sus manos… pero eso no le impide escuchar con atención las oraciones de sus hijos. Imagine al presidente de una nación, a quien por lo general se le considera la persona más poderosa del lugar. Si alguien lograra hablar con él unos minutos, lo vería como un gran privilegio. Pero cuando ese mismo presidente llega a casa, hay un pequeño par de orejitas esperándolo con ilusión. Esa niña —su hija— no necesita pedir una cita, ni presentar credenciales. Ella entra, lo abraza, y puede llamarlo “papá”. Su acceso no depende de asuntos de estado. Su agenda no es la seguridad nacional. Ella cuenta con un acceso personal porque es su hija y él es su padre. Ningún ministro ni jefe de estado tiene ese nivel de cercanía. Y ese es solo un pálido reflejo de lo que Dios quiere tener contigo. Hoy, el Padre está a tu alcance. Y esto debido a que su Hijo, Jesús, hizo todo lo necesario para pavimentar el camino hacia él. No importa dónde estés o lo que hayas hecho. Él está disponible, cercano, dispuesto a escucharte. El Dios todopoderoso es también un Padre tierno, que nunca está demasiado ocupado para ti.

Gracias, Señor, por amarnos y escuchar nuestras oraciones. Ayúdanos a comprender que responderás en el tiempo perfecto y a confiar en tu sabiduría. En Jesucristo. Amén.