25 de agosto del 2025
Salmo 46
NUESTRO REFUGIO Y FUERZA
“Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia”.Salmo 46:1
La Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar. Las fuerzas nazis de ocupación no vacilaban en acabar con lo que podían antes de retirarse. Un hospital tuvo que ser evacuado para salvar a los pacientes del exterminio recurriendo a maniobras dignas de una película. Bajo el bombardeo durante una lluvia helada, un puñado de jóvenes enfermeras tuvo que cuidar a cientos de pacientes con discapacidades mentales. Las mujeres trabajaron duro y oraron mucho. Lo único que las sostuvo fue su confianza en que Dios las iba a liberar. Los evacuados escaparon finalmente y fueron transportados en tren a un lugar seguro. En comparación de aquellos que viven en medio de guerras y conflictos nuestras vidas parecen estar más seguras. Pero hay algo que debemos tener en común: la confianza y dependencia plena en Dios ante cualquier situación. El pasaje de hoy nos recuerda que el Dios en el que confiamos es “nuestro refugio y nuestra fortaleza”, nuestra ayuda en todo tipo de dificultades. Nuestra situación puede cambiar drásticamente en cualquier momento, pero el Señor siempre estará cerca. El Salmo 46 declara que aun si la tierra se desmorona y se hunde bajo el mar embravecido, no debemos tener miedo. ¡Qué poderosa declaración de fe! No importa dónde vivamos o qué tipo de situación de vida atravesemos, nuestras almas están seguras bajo la protección del Señor.
¡Padre, te damos gracias por ser nuestro refugio! Cuando vienen tiempos y circunstancias difíciles, podemos confiar en tu fiel amor y protección. En Jesús, Amén.
A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre siempre ha conocido, buscado y necesitado el poder mayor que proviene de Dios. Sin embargo, las filosofías modernas, o no tan modernas, han introducido en la mente humana el concepto de dioses y deidades, a quienes pueden acudir en busca de ayuda en un momento de desesperación. Como cristianos, tenemos el deber, la obligación y el compromiso de proclamar que sólo en Dios podemos alcanzar el éxito en nuestras vidas, planes y deseos. Sólo bajo el poder de Dios podremos completar nuestro camino, pues es de quien dependemos. Dios es bueno todo el tiempo y está dispuesto a ayudarnos… Está a solo una oración de corazón, busquémosle juntos. ¡Feliz lectura!
Edison Souza
Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.