26 de agosto del 2025
Juan 4:7-15
EL AGUA VIVA
“El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna”.Juan 4:14
¿Ha oído a alguien decir que atraviesa por un desierto espiritual? Son tiempos en que no sentimos la presencia de Dios y las pruebas y dificultades nos abruman. Nuestro corazón se convierte en un terreno árido, sin vida y sin fruto. Podemos sentirnos deprimidos y recurrir a cosas que no sacian nuestra sed interior en absoluto. En medio de cualquier circunstancia podemos encontrar refugio, sanidad y paz con Dios. En este pasaje Jesús habla con una mujer de Samaria acerca del agua viva. El agua potable es un recurso precioso y todo el mundo la necesita para sobrevivir. Pero Jesús habla de un agua que trae vida. ¡Él provee agua viva que brota dentro de nosotros para vida eterna! Muchos pasajes del Antiguo Testamento hablan de tener sed de Dios al punto de desfallecer, como cuando necesitamos una bebida gresca en un día de calor extremo. Dios es llamado la fuente de la vida y el manantial de agua viva. El agua viva de la que Jesús habla se refiere a la vida eterna. Una vez que satisfacemos nuestra sed espiritual con agua viva, no tendremos sed jamás. El Señor provee esta agua viva en nuestras almas para que podamos beber de ella continuamente. Si nos sentimos perdidos en un desierto espiritual, solo Jesús puede mostrarnos la salida. Solo él puede saciar nuestra sed de Dios y darnos el don que satisface el anhelo más profundo de nuestras almas.
Señor, gracias por refrescar nuestras almas con agua viva a través de tu Espíritu. Ayúdanos a compartir este maravilloso regalo con las personas sedientas que encontramos. En Cristo, amén.
A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre siempre ha conocido, buscado y necesitado el poder mayor que proviene de Dios. Sin embargo, las filosofías modernas, o no tan modernas, han introducido en la mente humana el concepto de dioses y deidades, a quienes pueden acudir en busca de ayuda en un momento de desesperación. Como cristianos, tenemos el deber, la obligación y el compromiso de proclamar que sólo en Dios podemos alcanzar el éxito en nuestras vidas, planes y deseos. Sólo bajo el poder de Dios podremos completar nuestro camino, pues es de quien dependemos. Dios es bueno todo el tiempo y está dispuesto a ayudarnos… Está a solo una oración de corazón, busquémosle juntos. ¡Feliz lectura!
Edison Souza
Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.