Proverbios 14:16-35
UN ESPÍRITU EN CALMA
"El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad". Proverbios 14:29
¿Cuánto tiempo tardas en reaccionar ante una burla o una ofensa? ¿Segundos, minutos... o te aferras al enojo durante días? La ira es una emoción poderosa, y si no aprendemos a manejarla, puede convertirse en un arma destructiva. Nos impulsa a decir cosas que no queremos, a actuar sin pensar y a lastimar a quienes nos rodean. Por eso, Cristo nos llama a dominar la ira en lugar de ser dominados por ella, buscando siempre la reconciliación y el amor.
Cuando la ira llena nuestro interior, no es momento de reaccionar impulsivamente, sino de pausar, respirar y reflexionar. Es ahí cuando debemos pedir la ayuda del Espíritu Santo para controlar nuestras emociones y responder con dominio propio, amabilidad y comprensión. No podemos esperar actuar con gracia si no hemos aprendido a vivir en gracia. Cuando hacemos de la amabilidad y la mansedumbre un hábito, la ira pierde su poder sobre nosotros.
Dios nos enseña a ser "prontos para oír, tardos para hablar, tardos para airarse" (Santiago 1:19). Solo en su presencia encontramos la fuerza para resistir la ira y transformar nuestras reacciones. Hoy es un buen día para empezar a cultivar un espíritu de paz y perdón. No permitas que la ira controle tu vida; deja que Dios transforme tu corazón hasta convertirte en un reflejo de su gracia.
Padre amoroso, danos el control de nuestras emociones para actuar con prudencia y amor. Llénanos de sabiduría y comprensión para lidiar con nuestro enojo. En Jesucristo, amén.