27 de junio del 2025
2 Samuel 15:24-37
LA MARCHA DEL LLANTO
“David subió la cuesta de los Olivos; iba descalzo y llorando…” 2 Samuel 15:30
El rey llora, el padre sufre, el guerrero huye. David, el hombre que unificó tribus y conquistó reinos, ahora camina descalzo y con lágrimas en los ojos. Su hijo, el que debía ser su orgullo, se ha convertido en su mayor enemigo. Absalón no solo quiere su trono, quiere su vida. Multitudes que antes lo aclamaban se han pasado al bando de la conspiración. Aliados de confianza lo han abandonado. El viejo guerrero, que tantas veces lideró ejércitos a la victoria, ahora huye con la cabeza cubierta, subiendo en la oscuridad por el Monte de los Olivos. Es la marcha del llanto, una batalla que ningún padre querría pelear. Si David gana, tendrá que matar a su hijo. Si pierde, morirá a manos de él. Este es el precio de su pecado, la consecuencia de su omisión. Fue fuerte contra los enemigos externos, pero frágil ante los conflictos de su casa. Fue valiente en la guerra, pero temeroso al confrontar a los suyos. Fue un gran rey, pero un padre ausente. Ahora queda exhausto, humillado, burlado por sus enemigos. El hombre ante quien las naciones se inclinaban se doblega ante el dolor de su propia familia. Dios nos advierte a través de esta historia: los problemas que ignoramos hoy se convertirán en tormentas mañana. La incomodidad de la confrontación es siempre mejor que el desastre de la omisión.
Señor, dame la valentía de enfrentar lo que debo resolver hoy. No quiero huir de lo que puedo sanar. Ayúdame a ser sabio, firme y amoroso en cada relación. Por Jesucristo, Amén.
Tenemos la gran alegría de presentar a nuestros lectores el Cada Día de junio de 2025. Durante este mes, hablaremos de los altibajos de la vida de David, rey de Israel. El hombre conforme el corazón de Dios, ungido por Dios, pastor de ovejas, compositor de salmos, arpista, guerrero y conquistador, después de alcanzar la cima del poder, se desliza desde la cima de la pirámide hacia las profundidades del pecado. David codicia a la mujer de su prójimo, comete adulterio con ella, miente a su familia, engaña a la nación, mata al marido de la mujer, se casa con la viuda y disimula ante todos. David ve cómo su familia se desintegra, su reino se debilita y su vigor se agota. Pero David se arrepiente, llora, confiesa su pecado y recibe el perdón de Dios. David convirtió sus penas más profundas en salmos de lamento y sus alegrías más puras en salmos de alabanza. Leamos ahora sobre los altibajos de este hombre llamado “el dulce salmista de Israel”.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.