09 de mayo del 2025
Efesios 2:11-22
SHALOM
"Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación".Efesios 2:14
Cuando escuchamos la palabra "paz", solemos pensar en la ausencia de conflictos o en un momento de tranquilidad. Pero en la Biblia, la palabra "paz" habla de plenitud, bienestar y armonía en todas las áreas de la vida. Es el mundo tal como Dios lo diseñó, donde todo está en su lugar y funciona en perfecta armonía. Imagina la escena: Adán y Eva en el Edén, caminando con Dios, disfrutando de su presencia sin barreras, sin preocupaciones, sin miedo. La creación era un reflejo perfecto de esa paz donde el trabajo no era una carga, sino un gozo, y donde las relaciones eran puras y plenas. Pero el pecado interrumpió ese diseño perfecto. Desde entonces, el mundo ha estado en lucha, y nuestras vidas también. Sin embargo, a través de Jesús, hemos sido restaurados a una relación con Dios y, aunque todavía vivimos en un mundo roto, Dios nos permite saborear momentos de esa paz verdadera: en la comunidad de fe, en momentos de adoración, en actos de amor y bondad. Y aquí viene el desafío: si hemos recibido esa paz, ¿cómo podemos compartirla? ¿Cómo podrías hacer que la vida de alguien hoy sea un poco más parecida al cielo? Puede ser una palabra de ánimo, una muestra de compasión, un acto de generosidad o simplemente estar presente para alguien que lo necesita. Cada vez que reflejamos el amor de Dios, estamos trayendo un pedacito de su paz a este mundo.
Padre celestial, gracias por darnos paz a través de Jesús y por guiarnos a crecer en paz con los demás. Haznos agentes de paz en este mundo quebrantado. En el nombre de Jesús, Amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.