08 de mayo del 2025
Salmo 37:1-11
LA FUENTE DE LA ALEGRÍA
"Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón".Salmo 37:4
Todos queremos ser felices. Buscamos alegría en diferentes cosas, logros, relaciones, experiencias; pero, tarde o temprano, nos damos cuenta de que ninguna de ellas nos da una felicidad duradera. Lo sorprendente es que la Biblia nos da una clave para encontrar una alegría que realmente perdura. En el Salmo 37:4 leemos: "Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón". Pero, ¿qué significa realmente deleitarnos en el Señor? Para empezar, necesitamos una relación genuina con Dios, algo que se nos ofrece gratuitamente a través de la fe en Jesús. Luego, podemos enfocarnos en la vida plena a la que hemos sido llamados en Cristo (Juan 10:10). Jesús nos mostró cómo vivir con amor (Marcos 12:30-31), cómo perdonar (Lucas 6:27-36) y cómo permanecer en su gozo (Juan 15:10-17). Pensar en el amor inmenso del Padre, quien nos envió a su Hijo cuando aún éramos sus enemigos (Romanos 5:8-11), es un buen punto de partida. También es importante recordar que Jesús nos ha redimido y nos ha asegurado un futuro glorioso con Él. El problema es que muchas cosas en este mundo prometen felicidad, pero al final nos dejan vacíos. Los bienes materiales se desgastan, las circunstancias cambian y las personas pueden fallarnos. Pero cuando nuestro gozo está en Dios, experimentamos una alegría que no depende de lo que pasa a nuestro alrededor.
Señor nuestro, te agradecemos por la promesa de concedernos los deseos de nuestro corazón. Ayúdanos a tener una relación firme contigo. En Jesucristo, Amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.