Lucas 24:13-24
COMPAÑERO DEL CAMINO
“Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén”.
Lucas 24:13
Dos hombres caminan solos y desilusionados en el domingo de resurrección. Ese día emprendieron un recorrido de once kilómetros hacia la aldea llamada Emaús, cuyo nombre significa "aguas termales". No cabe duda que necesitaban calentar su corazones adoloridos y desilusionados. Se alejan de Jerusalén porque sus esperanzas se han venido abajo. Con el ánimo destrozado se apartan de la compañía de los demás discípulos, cargando con una tristeza profunda.
Aunque estos hombres habían escuchado la noticia de la tumba vacía, aún no lograban comprender la realidad de que Jesús había resucitado. A pesar del testimonio de las mujeres y de algunos discípulos, seguían atrapados en su incredulidad y confusión. Para ellos, habían pasado tres días desde los acontecimientos, y todo parecía haber llegado a su fin. La cruz, según su percepción, había destruido sus esperanzas, y la tumba las había sellado para siempre.
¿Qué podemos hacer con tantas personas que, después de tanto tiempo, aún no creen en la resurrección de Jesús? La respuesta está en seguir el ejemplo de Jesús con aquellos discípulos desolados. Él caminó junto a ellos, les ofreció compañía y escuchó sus inquietudes durante el recorrido. Hoy la gente necesita un encuentro con cristianos auténticos cuya fe y testimonio reflejen a Cristo. ¿Estás listo para ser uno de esos acompañantes?
Padre, en ocasiones me siento desilusionado ante las adversidades. Te ruego que me ayudes a encontrar en tu Palabra las fuerzas para continuar. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.