05 de noviembre del 2024
Génesis 28:10-22
DIOS NO NOS DEJA SOLOS
“Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra”. Génesis 28:15
Es triste cuando destruimos un hogar por nuestra mala cabeza. Traicionamos nuestros matrimonios. Arruinamos las relaciones familiares con nuestros celos. Nos enemistamos con los vecinos por nuestro mal carácter. Al final, descubrimos que ya no nos sentimos como en casa en el lugar al que deberíamos pertenecer. Éste es el caso de Jacob. Él se había apropiado indebidamente de la herencia de su hermano mayor, y ahora tiene que huir de casa pues su hermano quiere matarlo. Es por esto que, para salvar su vida, Jacob huye del lugar que Dios había prometido que sería su hogar. Sin embargo, en el caso de sus hijos, aun cuando queramos escapar, Dios nos encuentra en lugares inesperados para reafirmar sus promesas. Jacob ni siquiera estaba buscando a Dios. Pero mientras dormía en “cierto lugar”, puede ver en sueños que ningún lugar se encuentra fuera de la presencia de Dios (Salmo 139:7). Y Dios le asegura que él va a cumplir la promesa hecha a su familia y lo traerá de regreso a casa. La experiencia de Jacob anticipa la forma en que Dios restaura a los pecadores mediante la obra de Jesús. No importa si aún estamos huyendo, Dios nos encuentra y nos imparte la seguridad de que nos cuidará y nos devolverá al lugar que pertenecemos. Solo así descubrimos que estar en la presencia de Dios es el refugio para todos los que se sienten lejos de casa.
Dios todopoderoso, nuestros pecados nos hacen huir de ti. Sorpréndenos con tu gracia y ayúdanos a confiar en tus promesas de perdón y devuélvenos a ti. En Jesús te lo pedimos, amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.