06 de noviembre del 2024
Génesis 46:1-7
DIOS, NUESTRO COMPAÑERO DE VIAJE
“Iré contigo a Egipto, y yo mismo sacaré de allí a tus descendientes”. Génesis 46:4
A veces Dios nos hace cambiar de residencia de formas inesperadas y sorprendentes. Puede ser mediante una nueva oportunidad laboral o que nuestros hijos ya grandes se muden a otra parte del país y nosotros decidamos seguirlos. Un cambio así no es nada fácil: significa dejar atrás un entorno familiar por otro que, aunque pueda ser emocionante, también es desconocido e impredecible. Muchos años después que Jacob, ahora llamado Israel, había regresado a Canaán, Dios tiene para él un viaje inesperado. Resulta que su hijo, José, quien le habían hecho creer que estaba muerto, se ha convertido en el gobernador de Egipto. Y debido a una gran hambruna en la tierra, José decide que es mejor que su padre viva en Egipto para vivir el resto de sus días. En su camino a Egipto, Jacob pasa tiempo en comunión con Dios. Necesita saber que Dios estará con él y que sus promesas seguirán siendo válidas en su nuevo lugar de residencia. Y de la misma forma en que se le apareció cuando huía de su hermano, Dios se le revela en sueños y promete traer a su familia de regreso a Canaán nuevamente. Cuando situaciones como éstas surgen, ¿buscas la voluntad de Dios en adoración y oración? Como seguidores de Cristo tenemos la seguridad de que el Señor siempre estará con nosotros, para que podamos viajar seguros, con las promesas de Dios, sin importar a dónde vayamos.
Dios misericordioso, gracias por los lugares y las oportunidades inesperadas que nos das para servirte. Ayúdanos a discernir tu voluntad y tu dirección. Por amor de Jesús. Amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.