07 de noviembre del 2024
Génesis 50:22-26
NO OLVIDES CUÁL ES TU VERDADERO HOGAR
“Entonces hizo que los hijos de Israel le juraran, y les dijo: En verdad, Dios vendrá a ayudarlos. Cuando eso suceda, ustedes deben llevarse de aquí mis restos”. Génesis 50:25
“Nunca olvides dónde está tu hogar”. Probablemente no es lo que José dijo exactamente, pero si usted hubiese estado junto a su lecho de muerte ese día, no tendría dudas de que algo así fue lo que quiso decir. Las últimas palabras de José resaltan aún más porque no había estado en “casa” desde su adolescencia. Egipto fue un lugar donde conoció el éxito y la prosperidad fue allí donde formó una familia. Para todos los efectos, Egipto era su hogar. Pero saber dónde está nuestro hogar realmente significa, antes que nada, saber de dónde venimos y adónde pertenecemos. Si somos de aquellos que han crecido en un lugar del cual nunca nos hemos mudado, tal vez nos cueste imaginarnos viviendo en un lugar distinto. Pero en nuestras sociedades cada vez más móviles, el “hogar” puede ser más difícil de identificar. ¿De dónde soy si he vivido en una docena de lugares durante mi vida? José le recuerda a sus hermanos que su hogar era el lugar que Dios había prometido a sus antepasados: Abraham, Isaac y Jacob. Y un día Dios los traería de regreso allí. Y no importa cuán exitosos podamos llegar a ser en un lugar particular, el hogar del cristiano se define por la adopción en la familia de Dios. Nuestro hogar con Dios sólo es posible porque Cristo dejó su lugar en el cielo para venir en nuestra ayuda. Nunca olvides que perteneces a este fiel Salvador.
Padre, nos has dicho que hay un lugar donde podemos vivir contigo, y has enviado a tu Hijo y a tu Espíritu para guiarnos hasta allí. No permitas que olvidemos a dónde pertenecemos. En Jesús, amén.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de viaje, aunque sólo fuera por un día o dos. Algunos, hemos salido de casa para estudiar o para buscar trabajo. Puede que nuestro tiempo fuera estuviera planeado y nos diera mucha alegria. Otras veces, sin embargo, nuestros viajes pueden ser imprevistos y estresantes. Nuestros viajes pueden estar provocados por acontecimientos que nos impulsan o incluso nos obligan a ir a buscar un nuevo hogar. En cualquier caso, necesitamos saber que al final del camino hay un lugar al que podemos pertenecer, un lugar al que podemos llamar hogar. La vida cristiana es así . A veces podemos viajar tranquilamente, dsifrutando de las bendiciones de la comodidad y la alegría que Cristo trae. Otras veces podemos sentirnos exigidos, desafiados e incluso desarraigados en nuestra vida espiritual. Aunque los desafíos pueden ayudarnos a crecer en la fe, necesitamos saber que a lo largo del camino Dios está siempre con nosotros. Afortunadamente, el Dios que nos llama a tener fe en su Hijo, Jesucristo, siempre cuida de nosotros, prometiendo no dejarnos ni abandonarnos jamás. Este es el Dios de la gracia y el perdón, que nos llena de su Espíritu y nos acoge para que disfrutemos de la vida en su presencia, dándonos un lugar al que llamar hogar dondequiera que estemos. Este mes vamos a reflexionar sobre estas cosas mientras exploramos algunos pasajes de la biblia sobre el hogar.
Joel vande Werken
Ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, nueva jersey y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.