04 de abril del 2024
Juan 8:12-30
CAMINANDO EN LA LUZ
" Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad".Juan 8:12
Al declarar audazmente, "Yo soy la luz del mundo", Jesús establece sin lugar a dudas que él es la presencia misma de Dios con nosotros. Él es la luz del mundo, porque sólo él y sólo él conoce al Padre. Los fariseos inmediatamente cuestionaron la forma en que Jesús se identificó y montaron una campaña para tratar de arruinar su reputación. Primero, desafiaron su linaje. Luego, tergiversaron sus palabras para sugerir que era suicida. Pero si no se podía confiar en él, ¿por qué reaccionaron tan fuertemente a lo que dijo? El dicho es cierto: "la oscuridad no puede soportar la luz". Debido a que Jesús sabía que los corazones de sus enemigos estaban oscurecidos por el pecado, él respondió: "el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad". Todo vuelve al llamado a seguir a Jesús, el verdadero dador de luz. Nuestras vidas a menudo están confundidas por el miedo a ser conocidos o expuestos, por lo que permanecemos ocultos en la oscuridad. Jesús se resiste a tales encubrimientos. Él inunda nuestras vidas con el foco de su Palabra y nos desafía hoy a renunciar a nuestros propios planes y adoptar el suyo. El salmista lo dice bien: "En tu luz vemos la luz" (Salmo 36:9). El secreto de ser guiados por Jesús es comprometernos con su Palabra vivificante. Confía en él y deja que su Palabra te hable hoy.
Señor, gracias por el privilegio de tenerte en nuestra vida. Alumbra en nosotros, y permítenos reflejarla a quienes no te conocen. Amén.
Mark Twain dijo, “Muchas personas se molestan por esos pasajes de la Escritura que no entienden, pero los pasajes que me molestan son esos que sí entiendo.” En otras palabras, tratar de vivir por lo menos con los mandamientos más básicos de la Biblia puede ser abrumador. En las clases prematrimoniales nosotros alentamos a las parejas a comenzar por las cosas que son claras: amarse el uno al otro, perdonarse el uno al otro, cuidarse mutuamente, apoyarse mutuamente, llevar las cargas el uno del otro. Nosotros animamos a la gente a ver las maneras en que Dios nos llama a interactuar con todos los “unos a otros” en nuestras vidas. Es muy claro que Dios se preocupa profundamente por nuestras relaciones. Una vez que comenzamos a entender nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, el próximo paso es amar a nuestro prójimo. Jesús nos dice en Mateo 22:37-38 que el primer mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Y el segundo es similar: nuestro amor por Dios debe llegar a nuestro prójimo. Esperamos que ustedes sean animados a dejar que el amor de Jesús fluya en todas sus relaciones. Él tiene el poder para cambiar los corazones.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster sienten pasión por los matrimonios, las familias y el crecimiento espiritual en el hogar. Ambos trabajan en la Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte. Steven y Deb Koster tienen tres hijos.