Proverbios 5:1-23
SANA DISTANCIA
“Hijo mío, atiéndeme, no te apartes de mis enseñanzas. Aléjate de la mujer ajena; ni siquiera te acerques a la puerta de su casa”.Proverbios 5:7-8
Dios es el creador del matrimonio. La relación entre pareja es un don maravilloso y bello que él nos ha concedido y en la Biblia se usa como analogía para la relación ente Cristo y su iglesia. Aunque hay muchas relaciones terrenales satisfactorias y enriquecedoras no hay una que sea tan íntima y profunda como el matrimonio. Dios diseñó esta relación para que la pareja disfrute de su amor en una forma exclusiva y como el medio para la reproducción humana (Gén. 2:22-25).
Pero aun siendo una experiencia placentera, hay quienes eligen traspasar los límites impuestos por Dios para esta relación. En lugar de preocuparse por regar la hermosa planta que Dios les ha dado, prefieren regarla ocupándose del jardín vecino. En lugar de guardar su sana distancia de la mujer o el hombre ajeno, se dejan seducir por lo que Dios no les ha concedido.
La advertencia insistente de este proverbio no pierde vigencia. El adulterio hace mucho daño a nuestra relación con nuestro cónyuge, y más todavía a nuestra relación con Dios. Pero la persona que lo comete tampoco sale ilesa. De acuerdo al proverbista, quien no hace caso a esta advertencia lo que hace es dejar la riqueza de sus años y el fruto de su trabajo en manos de gente extraña y cruel. El adulterio sale caro, y a Dios no se le escapan nuestras andanzas.
Padre celestial, líbrame de las tentaciones sexuales, bendice mi matrimonio y afírmalo con tu gracia. En el nombre de Jesús, Amén.