Daniel 2:25-47
UNA PIEDRA DE GRAN IMPACTO
“Estabas mirando, hasta que una piedra se desprendió sin que la cortara mano alguna”. Daniel 2:34 (RV95)
A veces, cuando la gente ve un diamante grande y bellamente tallado, dice: “¡Qué piedra tan preciosa!”. Aunque, por lo general, a lo que se refieren es a su fino tallado, sin duda que su tamaño, valor y rareza también causan impacto.
En el libro de Daniel hay una historia interesante sobre una piedra aún más impactante. El rey más poderoso de su tiempo pudo verla en un sueño que lo dejó confundido. Sin que fuera cortada por mano alguna, esa piedra se desprendía y golpeaba una gigantesca estatua en los pies y la hacía pedazos. Con la ayuda de Dios, Daniel fue capaz de interpretar ese sueño, en el que la estatua representa una sucesión de regímenes opresivos que gobernarían la tierra. ¿Qué representa entonces aquella piedra? Es una representación gráfica del reino de Cristo, quien es la roca sobre la cual Dios construye su reino (1 Pedro 2:4). Es a él a quien se le ha concedido toda autoridad en el cielo y en la tierra.
La visión también muestra que “la piedra que dio contra la estatua se convirtió en una gran montaña que ocupó toda la tierra”. Mientras que los grandes imperios del pasado son solo reliquias, el reino de Cristo sigue creciendo y extendiéndose hasta los confines de la tierra. No hay ninguna esfera de la vida que no sea impactada por su enorme influencia. Y tú, ¿conoces a este Salvador como tu Roca?
Señor Jesús, eres infinito en tu poder. Eres la imagen perfecta de Dios, y tu presencia llena el universo. Llénanos hoy de confianza en tu bondad y amor. Te lo pedimos en tu nombre, Amén.