Isaías 9:6-7
PRÍNCIPE DE PAZ
“Porque un niño nos es nacido… y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.Isaías 9:6
¿Puede imaginarse una navidad en tiempos de guerra? La semana de Navidad de 1914 durante la Primera Guerra Mundial las armas y la artillería en varios puntos del frente occidental quedaron en silencio. Unos cien mil soldados británicos y alemanes hicieron un cese al fuego. Mientras los soldados alemanes encendían velas y cantaban himnos navideños, los británicos respondieron cantando sus propios villancicos. Siguió una confraternización masiva en tierra de nadie, y algunos grupos intercambiaron regalos de Navidad mientras que otros jugaron partidos de fútbol improvisados.
Lamentablemente, después de estas celebraciones las hostilidades se reanudaron y la lucha continuó durante cuatro años más, en que millones sufrieron y murieron. En el contexto de las guerras de la humanidad, nuestro pasaje bíblico de hoy es, en verdad, sorprendente y esperanzador. A la espera de la venida de Jesús, el profeta Isaías lo llama el “Príncipe de Paz”. Cuando Jesús vino a vivir entre nosotros, derribó los muros de odio que nos separaban de Dios y de los demás seres humanos. Su muerte en la cruz fue el último pago por la paz.
Y esto no es una especie de tregua temporal. La obra consumada de Cristo garantiza la permanencia de la bendición de Dios: La paz que él trae no tiene límites. ¿Ya conoces la paz eterna del Señor?
Señor y Dios, llena nuestro corazón y nuestra vida con la seguridad de tu paz eterna. Oramos en el nombre de Jesús, Amén.