Colosenses 3:12-17
LA PAZ DE CRISTO
“Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos”.Colosenses 3:15
Natalie fue una ancianita rusa que nació antes de la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo a uno de sus nietos, ella era la persona más pacifica que se pueda imaginar. Él se pregunta cómo pudo evitar caer en el resentimiento y la amargura. Sus años de juventud en una granja colectiva en Rusia fueron difíciles. En su adolescencia soportó la guerra, la ocupación nazi, el hambre, los trabajos forzados y el sufrimiento. Posteriormente, tras mudarse a una ciudad, se lesionó en un accidente laboral y perdió el uso de su mano derecha. Aun así, se mantuvo alegre y agradecida hasta el final. ¿Cómo puede ser esto?
Hay una respuesta en la lectura bíblica de hoy. El apóstol Pablo habla del llamado cristiano a la paz y la gratitud. Para él, estas actitudes no dependen de las experiencias gratas de la vida o de un entrenamiento especial. La paz y la acción de gracias vienen solo a través de Cristo.
Cuando la paz de Cristo reina en nuestros corazones, cambia nuestra vida y nuestra visión del mundo. Nos da fuerza para enfrentar los desafíos con gracia y humildad. Y pase lo que pase, estamos llamados a ser agradecidos. Podemos estar seguros de que las personas que sufren, pero son agradecidas tienen la paz de Cristo en su corazón. Cada uno de nosotros también puede experimentar esta paz, si nos humillamos ante Dios. ¿Tienes esta paz?
Padre Celestial, ayúdanos a humillarnos y recibir la paz de Cristo. Enséñanos a reflejar tu paz en este mundo con gracia y gratitud. En el nombre de Cristo oramos, Amén.