Génesis 50:15-21
ATANDO CABOS
“Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente”.Génesis 50:20
¿Cómo evalúa la historia familiar que le ha tocado vivir? ¿Ve algún
patrón en sus experiencias o no les encuentra sentido ni propósito?
¿Dónde ubica los momentos dolorosos, los fracasos desalentadores y
las crisis inoportunas? Es triste, pero a veces nuestra vida parece un
rompecabezas, en el que no hallamos donde ubicar algunas piezas.
Así es la vida de José, uno de los personajes más queridos de la historia
bíblica. Es difícil encontrar algo doloroso por lo que no haya
pasado. El rencor de sus hermanos, ser vendido como esclavo, ser
acusado de un acto que no cometió, pasar un largo tiempo en la cárcel,
y vivir tan lejos de las personas que más amaba. ¿Cómo encajan
todas estas piezas en los propósitos de un Dios bueno para sus hijos?
Nosotros vemos los árboles, Dios ve el bosque, se dice a menudo. Nosotros
vemos el problema inmediato, Dios ve el propósito salvador
final que logra a través de esas experiencias.
Poner en esta perspectiva divina las cosas ayudó a que José perdonara
a sus hermanos, uniera a su familia, y fuera un instrumento para
preservar al pueblo de Dios. Él descubrió que las adversidades de la
vida son parte de un propósito diseñado por Dios. Y cómo es Dios
quien está detrás de todo lo que sucede, nosotros podemos confiar en
que él cambiará el mal en una bendición para sus hijos.
Padre, bendice a nuestra familia. Ayúdanos a confiar en que aun las situaciones adversas pueden tener un final feliz. En el nombre de Jesús, Amén.